Harry es un excelente bailarin de pole dance que se muda junto a su mascota a su nueva casa.
Gracias a su preciosa gata conoce a su vecino, un imponente abogado, pero que ya conocia por otras circunstancias, el BDSM.
Louis un abogado reconocido qu...
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El ruido ensordecedor de un celular lo despertó. Suspiró al sentir los fuertes brazos de Louis a su alrededor, presionándolo a su alrededor. No era la primera vez, pero juraría no ser capaz de acostumbrarse a despertar así.
– ¿Lou? – Tocó su mejilla para tratar de despertarlo, pero no se movió. – Lou, tu celular está sonando.
– Mmm, no... – Murmuró. Se corrió para atraer más a Harry hacia su pecho y dejar un sonoro beso en su frente, pero no despertó.
– Lou. – Dijo riendo y comenzó a tocar su abdomen en un intentó de hacer cosquillas. – Tu teléfono está sonando.
– No importa, que suene. – Volvió a cerrar los ojos en el momento que se cortó la llamada.
Unos minutos más tarde el mismo ruido volvió a interrumpir sus sueños y bufó.
– Louis tu teléfono. – Dijo de manera más brusca.
– Ya voy, ya voy. – Ahora si había despertado y de bastante mal humor.
Louis lo soltó para tomar el teléfono.
– ¿Mamá? – Preguntó con una voz que evidenciaba que estaba dormido. – Si, me has despertado.
Siguió hablando por la línea diciendo monosílabos como Si, No, Esta bien y luego colgó enviando saludos a todos en Doncaster.
– ¿Está todo bien? – Preguntó Harry. Louis asintió con los ojos cerrados y volvió a abrazarlo para pegarlo en su pecho.
– Las invitaciones de la boda llegarán pronto. – Dijo contra su oreja.
– ¿De verdad? – Contestó con una sonrisa, pero luego se le borró por un pensamiento que cruzó por su mente que pareció verlo Louis.
– ¿Qué sucede? – Preguntó tomando su mentón para poder verlo a los ojos, Harry solo negó. – Hazz...
– Nada, nada. – Volvió a sonreírle.
– Supongo que tendremos que ir de compras y todo eso. – Dijo despreocupado. – Todavía faltan meses, ya lo había comentado, pero es oficial ahora. Es en marzo del próximo año.
– ¿Tendremos? – Preguntó. – ¿Yo iré?
Vio como Louis fruncía el ceño y se giró para quedar frente a Harry.
– Claro, estás invitado. – Tomó un mechón de cabello de Harry y lo acomodó detrás de su oreja. – A menos que no quieras ir, no estás obligado.
Harry solo sonrió y lo abrazó haciendo soltar una risita al mayor.
– ¿Eso pasaba? ¿Pensaste que no iban a invitarte? – Louis lo abrazó más fuerte pasando su mano por la espalda de Harry.
– No sabia si tu querías que fuera. – Murmuró.
– Siempre voy a querer que vengas, además te aman. Maddie me mataría si no vas.
