Harry es un excelente bailarin de pole dance que se muda junto a su mascota a su nueva casa.
Gracias a su preciosa gata conoce a su vecino, un imponente abogado, pero que ya conocia por otras circunstancias, el BDSM.
Louis un abogado reconocido qu...
⚠️⚠️⚠️⚠️Advertencia: Escenas sensibles. Explicación del capítulo abajo.
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Pensaba que la relación con Jack en la universidad iba a ser confusa luego de la noche del viernes en su casa, pero todo fue igual. Encontró a Harry en sus clases como todos los días, hablaron como si nada hubiera pasado, almorzaron con su grupo de amigos. Todo normal.
Pero si había incomodidad de parte de Harry, prácticamente lo había echado de su casa luego de la escena que había hecho Louis, escena que agradeció, pero durante toda la semana no hubo comentarios acerca de lo ocurrido, y eso era bueno para él.
El último día de la semana que tenía que ir a la universidad, Harry se excusó de la última clase, luego de responder a varias preguntas simplemente dijo que se sentía mal. Cosa que no era cierta.
Sabía que Louis lo estaba esperando en su oficina para ultimar los detalles de su testimonio, querían tener todo perfecto. Solo faltaban dos semanas para que el juicio sea abierto. Ya no había más tiempo.
Salió del gran edificio a pie, hizo una mueca al recordar que ya no sabía cuánto tiempo hacía que Niall tenía su coche. Tienes a tu novio chofer, había dicho la noche pasada cuando se lo había mencionado. De todas maneras, caminar no le importaba, los días empezaban a estar más calurosos y el sol salía en ocasiones, era bueno.
Pero todo cambió cuando comenzó a notar que una persona lo seguía, Louis le había comentado que debía tener especial cuidado llegando al juicio. La parte demandada podría tener personas fotografiándolo o buscando cualquier información sobre él y todos sus amigos.
Comenzó a acelerar el paso, posiblemente era su imaginación, pero era mejor ser precavido. Por la tarde muchas calles a los alrededores de la universidad estaban desiertas, casi todas las personas cursaban por la mañana, de todas maneras, no faltaba mucho para la parada del metro que lo llevaría al centro de la ciudad.
– Camina despacio. – Una voz profunda lo alertó a sus espaldas, sintiendo como algo duro presionaba su espalda.
La respiración de Harry se tornó más agitada y se paralizó en el momento. Con los ojos abiertos trataba de mirar para todos lados, pero no había nadie a quien pudiera alertarle.
– Muy bien chico. – Le dijo la voz. – Caminarás conmigo y te quedarás callado.
Sintió como una mano lo tomaba del brazo y la presión en su espalda no dejaba estar ahí. Pensó que podría ser un arma, un cuchillo. No se atrevió a darse vuelta, el hombre podía disparar y matarlo en dos segundos.
Lo empujaba por una de las vacías calles hasta que divisó un coche negro, iban a llevárselo.
– Por favor. – Susurró, con lágrimas en los ojos. Todo su cuerpo estaba en shock, no creía que era posible hacer algo en este momento. – No me hagas daño.
