Venus . {Larry}

Reparación

El vacío de la cama se hizo sentir en cuanto abrió los ojos y se asustó por un momento ¿Dónde estaba Harry? Ni Harry ni los gatos se encontraban con él, la luz del día ya golpeaba contra la ventana y su respiración comenzó a acelerarse.

¿Dónde había ido? ¿Y si le volvía a suceder algo? Las imágenes de la noche anterior no dejaban de aparecer en su mente. Harry en el piso desnudo, Harry siendo tomado de sus cabellos por ese viejo, Harry llorando, Harry en un trance sin reaccionar, Harry golpeado...

Tiró las sabanas para poder salir de la cama y comenzó a buscarlo en el baño de la planta alta pero no se encontraba ahí. Comenzó a bajar las escaleras, pero no estaba a la vista.

– ¿Harry? – Lo llamó, pero nadie contestó.

No había nadie, todas puertas estaban cerradas, comenzó a caminar hacia el jardín hasta que su voz lo hizo parar.

– ¿Y tú como estás amor? – La voz de Harry venía de la habitación que Louis siempre la encontró cerrada.

Frenó sus pasos frente a la puerta que se encontraba arrimada, no quería escuchar conversaciones ajenas, solamente quería saber como se encontraba el chico.

– Yo también te amo. – Sintió un fuerte suspiro y sintió como saludaba y cortaba la conversación. Tocó la puerta suavemente y Harry la abrió de un tirón, no llegó a ver que había dentro, ya que el muchacho caminó haciendo que retrocediera y la cerró tras él.

– Buen día. – Le sonrió después de unos segundos mirándose. – Perdón no quería despertarte.

– No lo has hecho, ¿Cómo estás?

El chico le dio una sonrisa que no le llegó a sus tristes ojos, y comenzaron a caminar hacia el sofá de la sala, donde ambos se dejaron caer.

– Estoy bien. – Le dijo en un suspiro.

– ¿Cómo estás, Harry? – Le volvió a preguntar.

– De verdad, estoy bien. Solo me duele un poco el abdomen. – Susurró.

– ¿Puedo ver? – Harry asintió y levantó su remera.

Los hematomas estaban negros con un fuerte contorno verde, se extendían desde su estómago hasta sus costillas y su ojo izquierdo tenia un fuerte delineado negro.

– Iremos al médico hacerte una radiografía. – Le dijo serio. – Luego iremos al bufete a comenzar a generar la demanda. – Harry comenzó a negar con la cabeza.

– No, no Louis no puedes hacer eso. – Comenzó a respirar más fuerte.

– ¿Cómo no, Harry? Mira lo que te hicieron.

– No es nada.

– ¿Nada? ¿Hablas en serio?

– Por favor, no. – El muchacho se puso de pie y comenzó a caminar por la sala. – No puedes meterte en esto.

– ¿Qué pasó anoche? – Le habló en voz baja desde su posición del sofá.

Harry se giró para mirarlo y se encogió de hombros.

– Ya lo sabes.

– ¿Por qué a ti? Dijeron que era opcional o no se que mierda.

– No puedo decirte.

– No puedo ayudarte si no me cuentas. – Le dijo un poco dolido.

– No necesito que me ayudes, ¿No lo entiendes?

Harry había levantado un poco la voz y comenzó a caminar escaleras arriba. Louis suspiró y tomo sus cabellos. No lo entendía, lo había sacado de esa habitación a punto de ser abusado, mientras un hombre había pagado por él, pero no pasaba nada el día de hoy.