IV

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Llegó a su casa en sigilo, temía que su hermana lo atrapase en su intento por llegar a su habitación sin ser visto, incluso caminaba de puntas para ser lo más silencioso posible, sin embargo, su hermana aparecio con furia en sus ojos

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Llegó a su casa en sigilo, temía que su hermana lo atrapase en su intento por llegar a su habitación sin ser visto, incluso caminaba de puntas para ser lo más silencioso posible, sin embargo, su hermana aparecio con furia en sus ojos. Odiaba que Harim tuvieron los los sentidos más agudos que un perro.

— ¿¡Dónde estabas, mocoso!? Nuestra madre estaba preguntando y estuve a punto de ir a buscarte

Sí, admitía que irse sin avisar le garantizaba problemas con su hermana, pero fue inevitable no salir corriendo tras ese chico. Soorim noto que era una persona solitaria, vivía en soledad  apenas teniendo la mayoría de edad.

— Pues, jajaja sonara gracioso, pero ¿Recuerdas al chico que le debe renta a mamá?

— Sí ¿Qué hay con él?

Su hermana puso una expresión fastidiada esperando una buena excusa del rubio.

— E-En relaidad no hay nada con él jajaja

Ni siquiera sabe porque lo había mencionado.
No podía decirle que había asistido a la junta de vecinos porque Soorim conocía a su hermana, está seguro de que luego de escuchar eso iría inmediatamente al apartamento de Hoonni y sacaría sus cosas a la calle. Soorim no quería eso.

— Mira, Soorim, no termines con mi paciencia y dime dónde estabas

Harim tomo el cuello de su camisa y podía jurar que escuchaba sus dientes rechinar.

— Y-Yo … ¡Me probé tus faldas mientras no estabas!

Adiós dignidad y adiós dientes, ese era su boleto para un golpe seguro.

— ¡Idiota!

Las mejillas de Harim enrojecieron.

La rubia le dio un buen golpe a su hermano, estaba avergonzada, ella no admitiría que le gustaba usar faldas de vez en cuando, y que su hermano hiciera mención de ello fue como una burla a si misma.

— H-Harim lo siento

Dijo el rubio recuperando el aliento mirando como como su hermana cerraba con velocidad la puerta de su habitación.

Al menos se había escapado de mencionar que vio a Hooni.

Soorim entro a su habitación con un dolor en el estómago, la fuerza de su hermana era bruta y no tenía ni un poco de piedad con él.

Soorim se recosto en su cama, cerro sus ojos y estuvo apunto de quedar dormido cuando el recuerdo del rostro triste de Hooni llegó a su mente.

¿Por qué aquel chico se veía así? ¿Fue algo que dijo? ... No, debió haber Sido algo más, pero ¿Qué?

Maldición

De nuevo comenzaba a pensar en cosas que no debía, apenas había conocido al chico pero ya quería saber todo sobre él.

LA VIDA DESDE QUE TE CONOCÍ • Soorim x Hooni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora