XVII

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Ambos están caminado tranquilos por el parque

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Ambos están caminado tranquilos por el parque. Ha comenzado a oscurecer y los colores que adornan el lugar solo hace que el momento se vuelva más especial. Van tomados de la mano.

A Hooni le agrada la idea de estar juntos de esta manera, pero también le hace sentirse ansioso porque ha notado a lo largo de su camino en el parque un par de miradas sobre ellos. La mayoría los mira con sorpresa, unas chicas los miran con curiosidad, pero también otros los han mirado con desagrado.

A pesar de que hoy en día se ha tratado de normalizar la idea de parejas del mismo sexo, todavía seguía siendo raro mirar por ahí a dos hombres tomados de la mano, aunque no necesariamente fueran una pareja.

De todas formas, se convenció así mismo que a esas personas no les importa su vida privada, además ni siquiera vive cerca. Es probable que termine olvidando todos esos rostros y a su vez ellos lo olviden a él; sumado al agarre firme de Soorim decidió no darle importancia.

— ¿Ya viste eso?

Señala con la mirada el más alto.

Hooni desvía su vista hacia donde apunta el rubio y nota el pequeño gran carrusel en medio del parque.

— ¿Te gustaría subir?

No está muy seguro de si debería hacerlo, pero tampoco quiere ser un aguafiestas, así que asiente un par de veces.

Esperan unos minutos en la fila hasta que llega su turno de poder subir. Toman dos caballos, uno a lado del otro, pero que se mueven de manera discontinua.

La música comienza a sonar y con ellos el carrusel empieza a dar vueltas. Todo parece marchar bien. No es una atracción muy espectacular, pero siempre es una opción para entretenerse un rato. De todas formas, estar en la atracción aburre rápido a ambos jóvenes, así que el rubio toca el hombro del otro y simula disparos imaginarios con sus manos mientras cierra uno de sus ojos fingiendo fijar el objetivo.

Hooni entiende de inmediato, por lo que pega su pecho al caballo debajo de él, metiéndose en su papel de guerra.

De vez en cuando Hooni simula disparar a Soorim y este finge esquivar las balas imaginarias. Después el rubio saca una cuerda imaginaria con la que somete al caballo del otro. Los dos empiezan a reír de lo ridículo que seguro es mirar a dos adolescentes jugar a los vaqueros.

Cuando el juego termina continúan con sus carcajadas hasta que se alejan lo suficiente del carrusel.

Ninguno presta atención real a su alrededor porque, cuando el rubio se da cuenta, están en un parque rodeado de árboles verdes y faroles blancos. Hay varias personas, la mayoría está acompañada por perros, por lo que Soorim entiende que están en un parque para perros.
Ambos deciden sentarse en una banca y admirar por un breve momento a los perros jugar con sus dueños.

— ¿Y qué ha dicho tu mamá?

Pregunta Hooni.

— ¿Mi madre? ¿Sobre qué?

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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LA VIDA DESDE QUE TE CONOCÍ • Soorim x Hooni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora