VII

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Esa misma noche no pudo conciliar el sueño, pero está vez no era por pensar en arreglar las cosas con Hooni; sí, de nuevo era Hooni quien rondaba en su cabeza y le quitaba el sueño por la noche, aunque ahora por una razón distinta

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Esa misma noche no pudo conciliar el sueño, pero está vez no era por pensar en arreglar las cosas con Hooni; sí, de nuevo era Hooni quien rondaba en su cabeza y le quitaba el sueño por la noche, aunque ahora por una razón distinta.

¿Cómo se había atrevido a besar su frente? Eso era demasiado gay para él. Bien pudo interpretarse como un beso de buenas noches a un amigo, pero Soorim sabe que no es así y se culpa un poco por eso, desde la primera vez que lo vio lo supo, había algo en aquel muchacho de cabello negro que le gustaba.

Soorim se dió un par de golpes en la cabeza e hizo un par de gritos ahogados en la almohada mientras continuaba pensado en eso.

Más tarde escuchó los pesados pasos de su hermana dirigirse hacía el baño y fue en ese instante que se percató que ya era de mañana . 

Aturdido por no poder dormir se levantó de su cama y fue directo a preparase algo de desayunar, también de paso hacerle el favor a su hermana.

— Buenos días, tonto

Habló la mujer aún con su pijama puesta y el cabello desordenado.

— Hoy toca entrenamiento en el gimnasio así que llegaré más tarde, por favor no hagas un desastre con la casa

— Ja ¿Quién crees que soy? ¿Tú? ¿La que no sabe distinguir entre un maniquí de una persona real?

Las mejillas de Harim enrojecieron de recordar aquella vez en que le pidió ayuda a un trabajador de una tienda de ropa para buscar una blusa azul,  y cuando no recibió respuesta, golpeó por el hombro al joven creyendo que la ignoraba y así, horrorizarse cuando esté perdió la cabeza, su hermano se burlo mucho de ella esa tarde.

— ¡Eso pudo pasarle a cualquiera!

Grito más apenada que molesta, y al mirar a los ojos a su hermano fue cuando notó lo demacrado de su rostro.

La muchacha inmediatamente obtuvo un semblante serio.

— S-Soorim ¿Te estás drogando o algo así?
Se atrevió a preguntar

— ¡Pero que tonterías dices, Harim!
Se jacto el menor.

— Por favor hermano, sabes que puedes decirme cualquier cosa por la que estés pasando

— ¡Yo no estoy!

— Puede parecer algo divertido al principio, pero te aseguro que no traerá cosas buenas, hay otras cosas que puedes hacer, como ejercitarte o desarrollar alguna habilidad artística, pero esto

— ¡¡Harim!! ¡¡No me estoy drogando!! … Solo no pude dormir hoy, es todo
Harim se detuvo por fin de hablar.

— Ah … ¿Por qué no pudiste?

Se limito a decir ahora.

— E-Eso no te importa

Lo dijo suave y un poco tímido, lo cual despertó la curiosidad en la muchacha.

LA VIDA DESDE QUE TE CONOCÍ • Soorim x Hooni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora