Lourdes y yo por un lado en la tarde del veinticuatro de febrero, luciéndonos para la gran fiesta, planchando nuestros cabellos y maquillando nuestros rostros. La verdad nos encontramos bastantes bonitas.
Alejo y Joaquín por otro lado, se visten re elegantes y quedan como muñecos.
Nos encontramos todos en el salón de eventos a las nueve de la noche para esperar a la quinceañera.
Comimos un poco y nos pusimos al día con nuestras cosas ya que este tiempo tuvimos poco contacto.
¡Ya son las doce de la noche y la princesa se encamina a llegar!
Se abren los telones suavemente y Antonella entra como una princesa. Mientras camina abraza a cada una de las personas importantes de su vida.
La fiesta transcurre de una manera genial. Pero como todo, llega a su fin.
A las siete de la mañana, después de desayunar un café caliente con dos medialunas, nos despedimos de Antonella y ¡A descansar!
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Pequeños detectives en los curiosos casos de New York
Short StorySoy Ángeles, una adolescente como cualquier otra. Pero desde que me mudé a New York, las cosas han cambiado bastante. Una tranquila noche de diciembre, vemos a unos hombres robar la casa del prestigioso Eddie Solmers. En su camino los ladrones deja...