Two Love Stories [Changlix]

I

Toda la historia será narrada por la escritora.

Felix miró alrededor, ya toda la gente del local estaba disfrutando de su comida, sonrió satisfecho y volvió a la cocina donde habían llegado dos órdenes más, sólo que una para llevar. La orden que estaba en para llevar Felix siempre la llevaba a su gatito y no pudo evitar sonreír.

El último cliente en irse fue un hombre estresado de negocios. "Nos vemos mañana, Felix", saludaron al pecoso luego de haberlo ayudado a guardar todo.

"Nos vemos, gracias por hoy", les sonrió, sus amigos estaban ayudando a que su negocio siguiera adelante.

Sacó el candado de su bolso y se lo colocó a la puerta de la cocina, luego a la puerta principal para después salir por la puerta trasera.

Caminó hasta su departamento sintiendo la brisa de aire fresco de la noche, suspiró satisfecho tocando la gran paca de dinero que estaba dentro de su bolso, todo lo ganó hoy en su local. Abrió la puerta transparente y pasó por recepción donde sólo estaba el guardia, le sonrió y pasó hasta las escaleras dónde subió hasta su departamento.

Abrió y lo recibió su gato, uno blanco con manchas anaranjadas, dejó la bolsa de la comida de Melón a un lado y se agachó para acariciarlo. "Hola, corazón", sonrió al ver que su gato por primera vez no se iba. "Traje tu comida favorita", acercó la bolsa y sacó el contenido haciendo que Melón lama su mano. "Iré a cambiarme la ropa, por favor come", le dejó un casto beso y se dirigió a su habitación.

Cerró todas las cortinas y quería apagar el foco para que no se mirase su silueta pero no le gustaba la oscuridad así que con el foco encendido comenzó a sacarse la ropa.

Su pijama de seda color guindo junto a la suave camisa del mismo color, abotonó los botones blancos y se colocó una chamarra negra encima.

Salió de su habitación y fue directo hacia su mascota, pero no la encontró. "Oh no, Melón", susurró buscándola.

Miró a todos lados y escuchó una discusión de gatos, ay no. "¡Melón!", gritó un poco aún en susurro. "Cielo, guarda silencio", pidió en susurro.

"¡Noche!", se le oyó gritar a otra persona. "Baja de ahí", pidió el chico también en un susurro. "¿Es tu gato?", Felix asintió hacia la pregunta de aquel chico. "Rayos", se acercó más a la orilla.

"Oye, ten cuidado", pidió asustado. "Podrás caer", dijo.

"Necesito que Noche vuelva y deje de hacer esos ruidos, nos van a descubrir", cierto, en el edificio no se permiten animales.

"Pero- ya sé", trajo la comida favorita de Melón. "Tienes que atraerla con comida", abrió el paquete que parecía dulce. El chico pálido tomó un puñado de las mismas y comenzó a arrojarlas hacia los gatos. "¡No!", rió un poco. "Abre el contenido y muéstralo", el mayor asintió abriendo uno, pero lo que estaba mal era que estaba consiguiendo la atención de Melón y no de Noche.

Poco a poco los gatos de acercaron al dueño equivocado, Felix tuvo en sus brazos a Noche y ChangBin a Melón. Los humanos rieron un poco.

"¿Se llama Melón?", preguntó el pelinegro mirando el collar rojo de la gatita.

"Si", respondió con una sonrisa mirándolo. "Lo decidí así por su color de pelaje, aunque ya casi no está tan anaranjada", el mayor asintió. Muy ingenioso y lindo. "¿Él se llama Noche?"

"Si, es que es gris con negro y se parece a una noche con nubes", Felix acarició al gatito. "Parece que tendremos que esperar hasta que decidan irse", agregó.

"Así es", ambos estuvieron con los animalitos hasta que el teléfono de Felix sonó, se levantó y trajo su móvil respondiendo la llamada. "¿Mamá?", sonrió pero poco a poco su sonrisa desaparecía. "¿Qué? ¿Pero cómo pasó?", se preocupó llamando la atención del que acariciaba a Melón. "¿Cuánto dinero necesitas? De acuerdo, mañana lo depósito a la cuenta de mi hermana, sí. Lo haré sin falta", colgó.

"¿Todo en orden?", preguntó su vecino aún acariciando a Melón.

"Ocurrió algo con mi mamá, necesitan dos mil dólares para la cirugía", comentó preocupado.

"Oh no ¿Qué le ocurrió?", le miró sorprendido.

"Tuvo un accidente", murmuró triste.

"¿Automovilístico?", completó y Felix negó. "¿Entonces?", esto comenzaba a verse raro y ChangBin odia que tomen el pelo de la gente.

"No me lo dijo", ChangBin empezó con sus sospechas.

"Ya veo", se sentó en el suelo. "Mi papá es cirujano", comentó. "Las cirugías pueden ser gratuitas en un seguro", Felix le miró con un brillo en los ojos.

"¿De verdad?", sonrió.

"Por supuesto ¿Ella tiene seguro?", Lee asintió muchas veces con emoción. "Genial, podrás llevarla sin ningún problema", sonrió acariciando el gato.

"No puedo creerlo", trajo su móvil con emoción y llamó a su mamá.

"¿Qué pasó? ¿Ya depositaste?", respondieron al instante con una sonrisa.

"No, mamá, mi vecino me acaba de decir que las cirugías son gratuitas en un seguro, mamá, tú tienes seguro", sonrió.

"No le creas hermano, está mintiendo", habló su hermana.

"Tiene un padre que es cirujano, ¿Por qué me estaría mintiendo?", se enfadó un poco frunciendo el entrecejo.

"Sólo-"

"Ustedes saben que estoy ahorrando para tener una vida mucho mejor, quiero una casa que me pertenezca", el mayor sintió como Melón se acomodaba en sus piernas.

"Felix-"

"Tuve un largo día, hasta luego", colgó. Noche le miró y se acercó para frotarse contra él.

"¿Cómo te llamas?", preguntó el pelinegro mirando al pecoso con una mirada en la que pudo escanearlo. Parecía que su vida era difícil.

"Felix", completó con una sonrisa. "¿Y tú? ¿Cómo te llamas?", preguntó mirándolo.

"ChangBin", dijo. "Parece que vamos a tener más encuentros como estos", se sonrieron.

"Ya lo sé, nuestros gatos estaban peleando", suspiró.

"No, no estaban peleando", aclaró teniendo toda la atención de Felix. "Mi gato estaba diciéndole a tu gata que le gusta, por eso son esos ruidos raros", dijo. "Parece que tendrán una historia de amor", sonrió.

"Noche y Melón ¿Están enamorados?", preguntó con una sonrisa emocionada. "No puedo creerlo", aplaudió un poco. "En casa Melón siempre está sola, supongo que el que alguien se le declarara la tiene así de feliz", sonrió.

Ambos estarían en la historia de amor de los bellos gatos.