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Toda la historia será narrada por la escritora.

Se vistió simple, la clínica era como una segunda casa así que usó un buzo negro con unos pants del mismo color junto a unos tenis fila. Miró la hora 1:10, las luces del departamento del frente se encendieron y sonrió.

El timbre sonó y esa era la señal de que Chan había llegado. "Hola", se saludaron, ambos vestían casi igual. "¿Ya te vas?", pregunta entrando y yendo directo a la nevera por jugo de naranja.

"Si, ya voy de salida", sonrió. Las cortinas se abrieron dejando ver a Felix, el pelirrojo sonrió y ChangBin le miró, a pesar de la oscuridad podía mirar perfectamente el rostro de Lee.

El pecoso señaló lo de ir abajo y Seo asintió saliendo, ambos se encontraron en medio de ambos edificios. "Hola", saludó nuevamente ChangBin con una sonrisa.

"Hola", sonrió. "¿Saldrás?", preguntó curioso mirándolo.

"Si, ayudaré a mi papá en la clínica", suspiró. El viento fresco movía las cabelleras de ambos.

"Ya veo, espero que todo salga bien", metió las manos a su hoodie celeste.

"Gracias", le sonrió.

"No hay de qué, ¿Melón sigue en casa?"

"Si, mi amigo se quedará a cuidarlos, yo volveré mañana", Felix asintió agradeciendo.

"Por cierto, no tienes que gastar comida de Noche, puedo darte la comida de Melón y así no habrá problemas", sonrió y ChangBin le miró. El pelirrojo no era el mismo, se le miraba ansioso, y no de una buena manera.

"¿Sucede algo?", Felix voltea a él.

"¿Ah?"

"¿Pasó algo?", Felix sonrió triste.

"¿Recuerdas el accidente de mi mamá?", ChangBin asintió pensando un poco a lo que vendría. "Bueno, en realidad", sorbió su nariz. "No era cierto", el pelinegro asintió mirando el rostro triste del pecoso.

"¿Por qué te mintieron?", fueron las únicas palabras que salieron luego de un nudo en la garganta por el rostro decaído de Felix.

"Por el dinero", sus ojos brillaban. "Siempre es por eso", las lágrimas ya caían. "Decir que estoy decepcionado es poco", sonrió limpiando sus lágrimas. "No debe afectarme pero ya van varias veces que lo hacen", volvió a meter sus manos en su hoodie celeste.

"Lo siento", su mano se levantó dudosa, al final se retractó y no lo hizo. "¿Tu hermana no trabaja? ¿Tu mamá es muy grande de edad? ¿Por qué te quitan dinero?", lo jaló de la manga del suéter y caminó hasta una banca con él.

"No, no lo hace, mi mamá es muy joven en realidad tiene cuarenta años", sorbió su nariz. "Saben que caeré y soy fácil de convencer", ChangBin mordió su labio pensativo.

"Debes tener el valor para poder enfrentarlas, cuando lo hagas no te hagas ver débil frente a ellas", el pecoso le miró.

"No podré, está mal levantarle la voz a tu mamá", dijo.

"¿Y no está mal que te roben dinero y que lo hagan de manera cruel?", Felix bajó la mirada, sus lágrimas seguían cayendo. "Podrá ser duro, pero", le miró buscando los ojitos llorosos del pelirrojo. "Tiene que ser así, todo lleva a una consecuencia y esa es la de ellas", sonrió. Su teléfono sonó con insistencia un par de veces y tuvo que responder.

"¿Estás en camino, hijo? ¿Puedes traer comida? Muero de hambre", ChangBin escuchó.

"Ah, si, lo haré", colgaron.

"Lo siento, te quité tiempo", limpió su rostro avergonzado.

"No, no te preocupes", sonrió, ambos se levantaron. "Fue un placer verte de nuevo, adiós", se fue caminando, casi corriendo porque seguro ya no había tiendas abiertas a esta hora.

Felix suspiró calmado y fue a su departamento encontrando a Melón, la gatita bebía agua y Noche la observaba con un rostro que a Felix se le hizo raro. "Hola, mi vida", se sentó a su lado y Melón caminó a él. "¿Qué tienes, cielo? Te noto decaída, es como si..." volteó nuevamente al ventanal encontrando a Noche, el gato seguía mirando fríamente hasta su departamento. "Oh, no, ¿Noche te hizo algo?", la gata sólo maúllaba.

Felix pensando claramente las cosas y al ver a Melón tan decaída creyó que era mejor si no miraba a Noche por lo que cerró las cortinas de la gran ventana. Tomó la pata de Melón junto a su mano y escribieron "do not look for me!" Felix lo estaba disfrutando, con una sonrisa fue y lo pegó en la cortina con un poco de cinta.

Noche seguía mirando y él sin entender fue hasta Chan, el hombre era un desastre de ronquidos. Se acurrucó a su lado, Chan le recordaba a su dueño aunque no era lo mismo. Sabía que ChangBin casi siempre estaba fuera y supo que así sería cuando miró tantos reconocimientos en la pared.

Luego llegó el señor grande que se parece a su dueño, no le agrada ver cómo el hombre le quita la sonrisa a su dueño cada que puede. Al parecer el señor grande si lo quiere a él, pero daba un poco de miedo. La vida de Noche era tan aburrida, viajes y más viajes, hasta que después de un tiempo por fin su dueño se separó del señor grande para vivir lejos. Supo que algo le pasó a la señora bonita que le daba grandes trozos de carne, Noche le palmeaba la frente cada que la mujer quería darle un beso pero ahora los extrañaba mucho.

La familia de su dueño era tan horriblemente ruidosa, ChangBin tampoco es muy fan de eso pero a veces él puede ser tan ruidoso. No lo odiaba, de hecho.

Chan se despertó observando a Noche encima de él, sonrió acariciándolo para enviarle una foto a ChangBin y aprovechar para preguntarle cómo le estaba yendo.

Chan.
Mira quién me perdonó.

Chan.
(Foto)

ChangBin.
Increíble, ¿Qué le diste?

Chan.
Amor.

ChangBin soltó una gran carcajada que llamó la atención de su padre, el hombre carraspeó antes de continuar comiendo.

ChangBin.
¿La sedaste para ponerla encima de ti? ¡Chan!

Chan.
No, tonto, no soy tan malo ¿Quién piensas que soy?

ChangBin.
Alguien que besa dentro de una biblioteca.

Chan se sonrojó mientras reía rendido, debía cuidarse más sino quería que ChangBin se enterará de todos sus movimientos.

Chan se sonrojó mientras reía rendido, debía cuidarse más sino quería que ChangBin se enterará de todos sus movimientos

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Two Love Stories [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora