Two Love Stories [Changlix]

XXVI

Toda la historia será narrada por la escritora.

Felix ponía orden, todos esos chefs juntos eran un escándalo. 

"Usa las que acaban de lavar", ordenó abriendo las bolsas de pasta, había una gran olla con agua hirviendo. Felix estaba estresado porque llegaba gente y tenía que salir a decirles que no estaban trabajando.

Eran las 15:00 de la tarde y una olla llena de pasta ya estaba lista, sólo faltaba otra y los postres que tomarían más tiempo porque son muchos más delicados. La boda comenzaba a las 17:00 en punto, debían apurarse.

"Buen trabajo chicos, ahora a lavar y a comenzar con el postre, pueden tomar un descanso de cinco minutos", sonrió y salió corriendo a los brazos del pelinegro que lo había acompañado.

"¿Ya casi terminan?", pregunta acomodando el cabello del pelirrojo que estaba sonrojado del estrés.

"Hemos terminado la comida, les di un descanso de cinco minutos en el que van a lavar los trastes usados", sonrió débil.

"Que pena que no estés descansando, merecías este día sólo para ir a divertirte en la boda de Chan, no", hizo una pausa. "Esto", el pelirrojo dejó un beso en la frente del pelinegro para después hablar.

"Ya no te preocupes, después de todo la pasaremos bien", sonrió.

"Eso espero", dijo. Felix se fue luego de que los cinco minutos habían pasado, el postre si que les llevó bastante tiempo, tuvieron que sacar otra caja de moldes ya que se habían acabado.

Una vez estaban listos los dejaban enfriar y los llevaban al lugar en un auto con las condiciones correctas. "¡Uno a la vez! Si ponen dos su dedo se va a hundir en el molde", ordenó observando a todo mundo cocinar.

"Felix", entró ChangBin siendo de ayuda para quienes iban a salir.

"¿Si?", sonrió mirándolo con una mano en la cintura.

"Tenemos que irnos, hay que prepararnos", el pecoso asintió e hizo una seña a sus amigos para que también se fueran a vestir, eran las 16:30.

Subieron a sus debidos autos yendo directo a casa para vestirse, encontraron a sus gatos dormidos. "Ve tu primero, yo tengo que arreglar algunas cosas de nuestros trajes", ChangBin asintió dejando un beso en su frente, Felix le sonrió y se acercaron para uno en sus labios.

ChangBin fue rápido, se lavó y salió fresco listo para vestirse con un traje negro. "Ya vuelvo", dijo totalmente sonrojado entrando al baño, cerró la puerta con seguro y dió pequeños saltos al ver el gran cuerpo fornido del pelinegro.

"¿Todo bien allí dentro?", pregunta al escuchar ruidos.

"¿Ah? Si, amor, no te preocupes", sonrió a pesar de que no estaban mirando su sonrisa. Cuando salió observó a su novio con Noche en brazos, el gato tenía un moño en el cuello que hizo sonreír al pecosito que se acercaba de poco en poco. Melón entró y sonrió aún más al verle un collar de perlas junto a un velo de novia. "No puede ser, que lindos", se hincó.

"Cuidado con tus rodillas", le dijo con una sonrisa mientras volteaba encontrándolo en una bata de baño.

"Oh, si", se levantó apoyándose en el hombro del pelinegro.

"¿Quieres que me vaya?", Felix sonrió.

"No lo digas de esa manera, se escucha feo", dijo.

"Me iré para que te cambies con comodidad porque tu confianza es lo más importante para mí, amor", le guiñó divertido robando un beso para salir.

El pelirrojo estaba sonrojado con un pequeño trance. Rápidamente se cambió usando un traje negro, no usaba corbata y los primeros dos botones estaban desabrochados.

JeongIn.
¡Ni siquiera pienses maquillarte tu mismo! Será mejor que me esperes.

Rió al leer el mensaje, bueno, ya estaba listo. Salió buscando a su novio y lo encontró hablando por teléfono con su secretario, Matías, al parecer ya terminaba.

"Estoy listo", murmura colgándose su bolso. ChangBin sonrió tomando las llaves del auto.

"Estás hermoso", le dijo tomándole la mano para salir.

HyunJin y JeongIn estaban más tranquilos, Hwang era el último en bañarse y en cuanto miró a JeongIn hacer un pico para ponerse labial de acercó besando los labios ajenos.

"¡HyunJin! Mi labial", sonrió gritando.

"Lo siento mucho, Innie", le guiñó desabrochando los últimos dos botones de su camisa. Usaba un traje azul marino y JeongIn uno celeste. "¿Ya estás listo? Vamos contra el tiempo, amor", tomó su cinto para ponérselo, no usaría corbata.

"Si, ya estoy listo", arregló su cabello y sonrió.

"Perfecto, hora de irnos, entonces", JeongIn se colgó su bolso y salieron rumbo a la dirección que la invitación tenía consigo.

MinHo y JiSung eran un caos, uno realmente grande.

"¡Había dejado mi camisa aquí!", gritó buscándola.

"Búscala bien, Han, tal vez no viste bien", JiSung se fijó debajo de la cama y la encontró. "¿Lo ves? Ahora cámbiate que vamos muy retrasados", le regaló una hermosa sonrisa dejando un beso en la mejilla de JiSung.

"Si, perdón"

"No, no, está bien", sonrió saliendo de la habitación.