Two Love Stories [Changlix]

XXI

Toda la historia será narrada por la escritora.

Bueno, los planes de JiSung y MinHo se fueron totalmente a la basura cuando el peliazul se tuvo que ir de viaje por un año. Han realmente lo echaba de menos.

"Y el ganador es... ¡Felix!", el pelirrojo miró a todos lados sin creerlo ¿Él? ¿Él había ganado? Imposible competía con los mejores chefs.

Cuando volvió del viaje y se enteró de lo de MinHo se sintió triste por JiSung, su amigo ya sonreía con tristeza.

"Chicos, nada es imposible, además MinHo va a volver ¿Si?", Han hizo un puchero con el que sus lágrimas se asomaron. "No, Hannie", lo abrazaron sobando su espalda y escuchando sollozos. "No llores", pidió el pelirrojo también llenando sus ojos de lágrimas, era increíble en cómo cuestión de semanas el grupo se deshizo. Los extrañaba a todos, a todos pero sobretodo a ChangBin que le mostró el lado bonito de la vida, su mano fue a su corazón recordando todos aquellos momentos. JeongIn al verlos tristes se unió llorando por ambos.

Chan y SeungMin mostraban felizmente que ahora se iban a casar, pero eran tantos planes que seguro tardaban mucho en programarlo. Bang Chan trabajaba en la empresa del padre de SeungMin recibiendo una paga que le hizo comprar una casa en la que ahora vivía con su novio.

"¿Sabes? Hace mucho que no contacto a nuestros amigos, los extraño", habló Chris con un poco de nostalgia.

"¿De verdad? Ni siquiera los recuerdo", bromeó y Chan le miró mal. "Ay, ya amor, era una broma", sonrió queriendo acercarse pero el mayor se alejaba.

"Aún así, SeungMin, esos comentarios me afectan", se levantó yendo a la terraza en dónde Kim le siguió estando en una bata de seda con una enorme camiseta blanca y unos pequeños shorts blancos.

"Lo siento", se abrazó a su enorme espalda. "No te preocupes más", sonrió.

"Es cierto, puedo invitarlos a nuestra boda", se volteó sonriente yéndose pues tenía trabajo. SeungMin volteó los ojos cruzando sus brazos ¿Todos ellos? ¿En su boda? Imposible bufó yendo a desayunar.

MinHo se fue de viaje con su mamá y papá sorprendido de dónde era aquel lugar. "¿Por qué me trajeron aquí?", pregunta.

"Para que tomes clases de gastronomía con los mejores maestros, volverás siendo todo un experto", animó su padre dejando sin comentarios al peliazul.

"Anda, diviértete", esta vez animó su mamá con una de sus bonitas sonrisas. El peliazul nervioso entró a la escuela encontrando a muchos más alumnos que también venían cómo él, sin conocimientos.

Después de todo esto no estuvo tan mal, desearía tener el número de Han para contarle todo lo que está haciendo acá, enviarle fotos de paisajes y eso. Lo extrañaba, pronto descubrió que no puede vivir sin JiSung.

Siete meses después.

Felix, por su parte, comenzaba a ver lugares que podía comprar para que ese sea su nuevo restaurante elegante, encontró uno perfecto pero la cocina era muy pequeña así que miró otros dos enamorándose del último. "Este, definitivamente este", sonrió emocionado sin poder creerlo.

"Perfecto", retiró el cartel. "Vendido", sonrió el hombre al tener el dinero en las manos, Felix entró y llamó a los chicos diciéndoles que vengan ya mismo a la dirección que les dio.

"¿Es aquí? Tal vez Felix se equivocó", habló JeongIn mirando el lugar. Las puertas se abrieron dejando ver a Felix.

"Llegaron", sonrió. "Entren, vean, acabo de comprar el lugar para hacer de él un restaurante elegante", aplaudió emocionado, JeongIn y JiSung quedaron completamente encantados.

"Es increíble, Felix", los tres se abrazaron recordando la primera vez en que con mucho esfuerzo abrieron el local.

"Saldremos adelante, juntos, como siempre", los abrazó con fuerza.

Comenzaron a limpiar el lugar, al parecer no había problemas, todo estaba en orden, había agua y luz, que era lo más importante. "Bien, vuelvan a casa, mañana empezamos con este nuevo proyecto", sonrió.

"Quiero que MinHo"

"Y HyunJin", interrumpió JeongIn añadiendo.

"Sigan trabajando con nosotros, Felix", el pecoso los miró.

"¿Quién dijo que ya no?", sonrió saliendo con ellos para cerrar las puertas. Se fueron en el auto que Felix había comprado a casa de JeongIn y JiSung, quería quedarse pero tenía una gatita de la cual cuidar. "Melón", la gatita estaba echada sobre el sofá de una manera divertida. "Hola, mi vida ¿Cómo estás?", Melón maulló. "Oh, mucho mejor entonces, antes ni siquiera me respondías", la tomó en brazos llevándola con él para irse a dormir.

Bañó a la gatita dejándola con un olor delicioso, nunca tuvo problemas con Melón acerca de sus baños porque a ella le encantaba estar fresca y con olor a frutas.

ChangBin, él, solía tenerlos pero cuando Noche  conoció a Melón, él siempre se metía a la bañera que Seo preparaba para él. Ahh, extrañaba esos momentos y odiaba el no haber tenido el número de Felix, si lo tenía al menos estarían conectados por mensajes de texto.

Estaba a cinco meses de cumplir un año sin ver al pelirrojo que le alegraba la vida y le ayudaba a ver claro las cosas. Mirando a la nada su teléfono sonó y respondió.

"¿Hola?"

"¿ChangBin? Es increíble, hace unos minutos hablaba con MinHo y ahora contigo", el pelinegro sonrió enorme al escuchar la voz de Chan.

"¿Cómo estás?", preguntó con un nudo en la garganta, sus ojos se habían llenado de lágrimas de la misma manera en la que a Chris.

"Estoy muy bien, no sabes cuanto tengo que contarles, en unos meses me casaré con SeungMin, pero llamé porque realmente me hacen falta, todos", admitió con la voz quebrada.

"Ustedes también me hacen falta", sorbió su nariz. "¿Supiste del viaje de MinHo?", pregunta.

"Si, me contó que sus padres le dieron permiso de estudiarlo nuevamente", sonrió.

"Perdió nueve años en vano"

"Si le ves el lado positivo, es un chef contador", sonrió.

"Si..."

"¿Cómo estás tú? No te oigo bien, ¿Sucedió algo con el vecino de pecas?"

"No, bueno, no de esa manera. Sucede que ambos separamos a Noche de Melón, mi gato está muy triste"

"Cuidado con eso. Es peligroso", advirtió.