Two Love Stories [Changlix]

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Felix miró a ChangBin por el gran ventanal, el chico vestía una t-shirt negra sin mangas mientras cargaba a Noche, Melón se frotó en las piernas de Felix y el pecoso la tomó en brazos.

Seo no se había dado cuenta de la presencia del bonito pelirrojo que los observaba, no hasta que volteó con Noche en brazos. Se sonrieron y se saludaron. "Hola", dijo Felix algo sumiso.

"Hola", su sonrisa se hizo bonita haciendo a Felix pestañear varias veces. "¿Cómo sigues?", pregunta acercándose al barandal.

"Mucho mejor, gracias por preguntar", sonrió. Entonces Han y JeongIn fueron a su lado luego de escucharlo hablar con alguien, grande fue su sorpresa al ver a ChangBin.

"No hay problema, espero que sigas mejorando", iba a sacar el tema de sus gatitos pero los dos recién llegados lo impidieron. Han y MinHo le miraron. "Hola", dijo riendo torpemente.

"¡Hola!", saludaron emocionados. Felix miró a sus amigos, los dos hablaban con el pelinegro que sólo respondía "si" y "no" exasperando al pecoso.

"Chicos, ya basta, tiene que ir a la escuela", Yang y Han asintieron comprendiendo.

"Adiós", dijeron con una mano yendo adentro. Felix suspiró.

"Suerte en tus estudios", sonrió y ChangBin agradeció, ambos estaban perdidos. Eso hasta que MinHo y Chan llegaron detrás de él animando al pelinegro.

Pronto se fueron al colegio en una plática nada interesante, Chan regañaba a MinHo por su comportamiento con JiSung aunque no le echaba toda la culpa a él. "No se odien tanto", dijo el australiano pelinegro. "Podrían terminar enamorados", MinHo lo miró fulminante y Chan corrió con ChangBin de la mano lejos de él.

"¡Por qué le dijiste eso! Nos va a matar", reprendió ChangBin gritando. Lee los perseguía listo para golpearlos, los tres chocaron con una mujer de aproximadamente cuarenta años que venía con una más joven, como de veinticuatro años.

"Lo sentimos", se disculparon haciendo una reverencia, la mujer de edad les miró mal.

"No hay problema", dijo la más joven con una sonrisa hacia Chan.

"¡Niños mugrosos!", les gritó la mujer, los tres se sorprendieron y se miraron entre sí. "¡Largo! ¡Largo!", gritó nuevamente y caminaron hasta su parada esperando el autobús. "No puedo creerlo, que niños más desastrosos", acomodó su ropa mientras caminaban, todo mundo las observaba raro debido a su vestimenta.

"¿Deberíamos ir a comer? Mira, ese local se ve de nuestro nivel", sonrió jalando a su mamá. Al entrar pidieron comida deliciosa que disfrutaron.

Felix estaba en casa mirando a sus amigos conversar acerca de MinHo, y no eran para nada cosas buenas. "¿Tú también estás del lado de Han? Ya les dije que ninguno es como ustedes los describen", bebió de su té.

"Bueno, es cierto, MinHo no es tan creído, pero lo es", Felix volteó sus ojos muy harto de las conversaciones de sus dos amigos. Al menos ya no hablaban de ChangBin.

"¿Saben qué? Vamos a trabajar, ya me siento mejor", se levantó yendo sólo por su bolso. JeongIn nuevamente lo había arreglado.

"Si", sonrieron y salieron con el pelirrojo rumbo al local tratando de comunicarse con HyunJin para avisarle sobre lo de hoy.

Con pequeños pasos llegaron observando a bastante gente afuera, Felix se sorprendió y cuando abrió pidió calma. "¿Podrían esperar unos minutos? Estuvimos fuera y por lo tanto debo hacer un poco de limpieza para que coman en un lugar totalmente ordenado para ustedes", sonrió. La gente comprendió sentándose en las barras ya que las mesas estaban llenas.

La vibra que salía de todo mundo era hermosa que hacía sentir bien a Felix, pronto los platos fueron entregados luego de una limpieza. Necesitaban a MinHo, pero lamentablemente no tenían su número ni el de ninguno de los demás. "Chicos, ya no puedo, mis pies me están matando, es en serio", lloriqueo sobando sus tobillos.

"No tenemos el número de MinHo, sino lo llamaría", dijo.

"¿Estás bien JeongIn? ¿Quieres cambiar puestos? Puedo ayudarte", se ofreció Hwang con una sonrisa, Yang asintió sin otra opción lavando trastes sentado porque de verdad no podía más. HyunJin había echo una entrevista para ser mesero porque él ya lo ha echo antes, no tuvo ninguna dificultad.

Por otro lado, los chicos habían salido del colegio y sus estómagos rugían escandalosamente. Caminaron yendo por la calle donde estaba el local Arcade, seguro lo encontraban cerrado pero grande fue su sorpresa cuando no fue así.

MinHo entró primero que los chicos encontrando el lugar lleno, HyunJin se acercó a él y pronto los dos caminaron a la cocina, ChangBin y Chan se sentaron en la barra. "¡MinHo que bueno que estás aquí!", Felix sonrió sin dejar de voltear carne con la espátula.

"Si, pasaba de casualidad con mis amigos y miramos abierto", contó. "¿Necesitan ayuda?", le miraron sabiendo que la respuesta era obvia. Sonrió y comenzó con su trabajo, tomó primero la orden de sus amigos.

Chan y ChangBin hablaban sobre SeungMin. "Deberías dejarte de cosas e invitarlo a cenar", le dijo con el ceño un poco fruncido.

"¿Cenar? No creo que lo dejen ¿Ya lo viste? Seguro sus padre los cuidan mucho, no me lo dejarán ni un segundo", habló triste mientras se recargaba en la barra.

"Ve formalmente a su casa y pide permiso", Chan gruñó y ChangBin rió un poco. "Vamos, no creo que no te den permiso, no eres un maleante", apoyó tomando su móvil, este sonaba sin parar.

"Hola, ChangBin. Sabes que en unos días me iré así que quería pasar mi último día contigo porque no creo volver pronto", ChangBin frunció el entrecejo triste.

"¿De verdad? ¿No vendrás ni a visitarme?", preguntó triste.

"Conoces mi trabajo, campeón, no he ido en días a casa ¿Lo notaste?", pregunta.

"Por supuesto que lo hice", sorbió su nariz. "Pero está bien, supongo... ¿Cuándo pasaremos ese día juntos?", responde.

"Mañana, porque el día siguiente estaré haciendo maletas y preparé todo para irme", el Seo menor asintió.

"De acuerdo, entonces nos vemos mañana, papá", colgó y Chan se levantó mirándolo.

"¿Se va?", ChangBin asintió con un pico triste. "¿Por qué te afecta? Nunca estuvo en casa y siempre te regaña", se enderezó.

"Hago lo posible por ser su orgullo, sus comentarios realmente me importan y-"

"Y eso está mal, viejo", le empujó levemente con su hombro.

"Chan-"

"Y lo sabes", reprendió dejando pensativo al pelinegro.