[...] Hoy el cielo se vio despejado y lleno de alegría, la gran mansión Becker brillo en todo su esplendor. Los abetos cuidadosamente podados bailaban con la brisa en el jardín, la gran fuente en medio de los arboles y los tulipanes, minuciosamente ordenados por color y tamaño, se alzaban con majestuosidad. Ni hablar de la enorme casa a pocos pasos atrás, blanco, con las decoraciones más preciosas de la época; Sin duda la posición económica de los Becker no estaba en discusión, pocos nobles se permitían tantos criados, sólo el palacio sin objeción.
La familia Becker, era acaudalada y bastante respetada en el actual imperio del Oriente, aunque decían que el señor Becker no tenía una buena relación con el emperador de la nación, aún se permitían tener cordiales reuniones por asuntos que probablemente trataban sobre política y bienestar de regiones aledañas a la capital imperial. Si bien, las visitas de los distinguidos Becker no eran constantes en el palacio, eso cambio cuando Anee Becker hija del señor Becker, tuvo una elogiada audiencia con la emperatriz Navier; Su cercanía no tuvo nada que ver con eso, Anee era una persona con la personalidad brillante.
Sin embargo Lilliam, hija menor biológica de la señora Becker no fue más afortunada, según los señores, creó un estrecho lazo con la amante del emperador, Rashta. El señor Becker no supo si reír o llorar. Sin embargo, se dice que no pudo murmurar nada, dado la posición de la joven.
A diferencia de Anee, Lilliam eran mimada a extremos por los señores, una joven codiciosa, extravagante, inmadura y derrochadora de dinero; A ella poco habría de importarle si alguien moría de hambre mientras la miraba comer de los mejores manjares del imperio. Muchos en la pueblo comentaban que el mismo diablo era sólo un cordero ante Lilliam. Anee por lo contrario era bondadosa y hábil en muchos aspectos, una joven muy infravalorada por sus padres.
Anee sólo deseaba tener la aprobación de sus padres. No obstante, estos parecían más interesados en los logros de su hermana menor, a quien nada le interesaba eso. Incluso ella podía asegurar que apenas podía leer correctamente un párrafo de los cuentos para niños; Pero, a los ojos de sus padres era ella el fracaso. Aunque eso cubría el hecho de que era amada por la gente del pueblo y adulada por la nobleza, algo que Lilliam no tenia.
—¡No importa el precio!—Había exclamado la insoportable Lilliam a los oídos de una temblorosa criada, quien sostenía brillantes perlas—Que confeccionen dos vestidos, uno azul como el cielo al amanecer y otro purpura. De paso, conseguimos algún regalo para el bebé de Rashta, se pondrá feliz.
Los criados asintieron y salieron presurosos de la habitación dejando a la joven de no más de veinticinco años de edad tirada sobre una alfombra, disfrutando del sabor de una fresas; Su fruta favorita. A penas los sirvientes salieron ingresó Anee, luciendo magníficamente un vestido verde a fuego con su hermoso cabello naranja.
—No deberías tratar así a la gente.—La pelirroja afirmó, haciendo que los ojos castaños se posaran sobre ella.
—Para eso esta la servidumbre. Que culpen a Dios por haberlos hecho nacer-—La castaña pensó por un poco de tiempo antes de soltar con alevosía—-Pobres.
Los lentes cayeron sobre la punta de su nariz, haciendo que la mujer llevará una de sus manos a levantar el objeto, observando con los ojos entrecerrados la pantalla del portátil. Las letras pequeñas se hallaban cubriendo todo, en diálogos o solo narraciones. La niña suspiro, recostando su espaldas sobre la silla.
—También odio a Lilliam—Murmuro, observando el techo—La satisfacción que tendré cuando cuando muera de la manera más horrible, como se espera que muera un villano de su tipo. Kosair, ni tu plan de la droga abortiva para Rashta puede ser mejor que esta, envenenar a Lilliam es casi como matar a la contratarte de la Rata.
Una sonrisa paso por su rostro, tomando una bolsa de chatarra sobre la mesa. Hace no mucho había terminado de escribir aquella obra que tenia más de cincuenta capítulos de acuerdo a su memoria, siendo Anee Becker la protagonista del mismo. Se sintió muy feliz de marcar Completo en el estado de la historia y en su rostro se veía lo complacida que estaba por haber culminado con todo. The Remarried Empress, fue una delas mejores novelas que había leído, así que en primeras instancias pensó que no seria mala idea aprovechar la lluvia de inspiración en su cabeza, así culminando con una novela que según ella seria magnifica.
—Tengo tanto sueño.—Susurro dejando que sus ojos se cerraran lentamente. Se encontraba tan cansada por estar sentada por mucho tiempo en aquel mismo lugar que no hizo mucho esfuerzo en quedar dormida.
Una voz la llamó. Era cierto que su madre no se encontraba en casa y la hizo prometer que limpiaría la casa en su ausencia y ella no había realizado nada; Sus ojos se abrieron del solo terror de escuchar a su madre gritar con furia. La sensación pesada en sus pestañas duro por unos segundos antes de tener una vista clara del techo blanco; Parpadea por un instante recordando si el techo de su casa era blanca y ella nunca lo había notado. Tampoco recordó el momento en que había pasado a la cama; Una mullida y cómoda cama, permanecería todo el día allí de no ser por su madre.
—¡Mamá!—Exclama, levantándose de la cama de un salto. Sin embargo, el lugar esta minimamente diferente a su habitación, ya no es pequeña, menos humilde; Solo una de sus cejas se elevan con confusión.
—Señorita, perdóneme—La criada ignora el rostro de la joven y se arrodilla sacando los zapatos para ponérselos a la joven—Pense que tardaría más en despertar. Su madre salio en una fiesta de té y Anee fue invitada por la emperatriz al palacio.
—¿Anee Becker?—Dejó de observar alrededor y observa a la criada antes de apuntarse asi misma—¿Quien soy yo?
—Mi señora, La Duquesa de Wembley, Lilliam Vikt por supuesto.—La criada tembló, tras ver a a la joven caer hacia atrás, sentada sobre la cama—¿Se encuentra bien? Si desea puede evadir la reunión con Lady Rashta, se nota bastante pálida.
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➥ Como pueden ver el trama es simple, nada complicado. Solo una pequeña idea en mi cabeza que decidí sacar a flote.
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Kosair, no voy a morir!「The Remarried Empress」【재혼 황후 -Jaehon Hwanghu】
ФанфикEn donde una escritora de Fanfics, despierta en una de sus obras, siendo un personaje secundario, repudiado, la cual sin penas, ni glorias muere durante uno de los capítulos de la novela.