Kosair, no voy a morir!「The Remarried Empress」【재혼 황후 -Jaehon Hwanghu】

CAPITULO XI

EP-48 The Empress Remarried

Los días pasaron lentamente para Lilliam, tiempo en el cual la señora Becker no dejó de insistir en que seria bueno seducir a Ergi, sí seducir, aunque ella no lo dijo literalmente, si hubo ocasiones en las que se atrevió a decirlo de una manera menos impactantes, por así decirlo.

—¿Cuanto falta para que llegue esa día?—Murmuro con leves temblores en su cuerpo—Si mal no recuerdo, Lilliam visita a Rashta, los criados le traen aperitivos y luego ¡Boom! Bien, lo estas haciendo bien Lilliam, mientras no vallamos al palacio, hasta que pase estos capítulos, estaremos muy bien ¡Que inteligente eres!

La mujer sonrió, agitando violentamente una pluma. Eventualmente gracias a los sirvientes del palacio, todos se habían enterado del absurdo, violento y vergonzoso comportamiento de la duquesa de Wembley en el palacio. Si bien a nadie le sorpredio que eso ocurriera, si la criticaron severamente. Además el atrevido abrazo que le dio a Lord Kosair, también fue un chisme recurrente, más riendo sobre el rechazo a Lady Li que sorprendiéndose de sus palabras.

—Su excelencia, tiene una carta.—Lady Li, abrió los ojos sorprendida—El mensajero del duque de occidente estuvo aquí hace un momento. Sé que dijo que no quería que nadie la molestase, pero su madre insistió.

El mayordomo, tembloroso camino hacia Lilliam dejando el sobre en la mesa, ante de salir apresurado. Lilliam solo observó por unos segundos en papel ¿Que seria? Ella se preguntó. Recibio muchas cartas durante todo este tiempo, pero casi siempre se trataba de nobles o allegados a Lilliam, más no nunca personajes como el duque.

La mujer tomó la carta, abriéndola lentamente. El duque Ergi tenia una caligrafía excelente, el varón que la estuvo instruyendo lo alagaría sin dudad, le daría los alagos que nunca se los daría a ella. A cerca de eso hubo algo que Lilliam agradeció con su ser, la original Lilliam, se podría decir que tampoco fue un prodigio con su caligrafía y demás cosas en aquel arte.

Ella rió tras leer la carta. Definitivamente no iría.

Más rápido de lo que pensó, estuvo agitando una taza de té, bajo la mirada del susodicho duque. La señora Becker parecía interesada en unir al adinerado duque a su desinteresada hija, así que no tardó mucho en amenazar a la duquesa, haciendo que esta temblara y accediera a salir.

—Entonce mi Lady ¿Realmente los rumores son ciertos?—El duque apoyó su barbilla en su puño, observando atento a la mujer frete a él.

—¿Es importante si los rumores son ciertos?—Llevó la taza a sus labios, observando tras esta los brillante ojos del duque—Siempre estoy en boca de los nobles ¿Por qué su excelencia esta interesado esta vez?

—Curiosidad.—Se encogió de hombros, también llevando una de sus manos hacia la taza sobre la mesa—Siempre he oído del ferviente interés de la duquesa de Wembley por Kosair Trovi, así que solo quise comprobar aquel chisme. 

—Y ¿Lo ha logrado?—Lilliam bajó la taza hasta la mesa.

—Tal vez si, la duquesa de Wembley es famosa por desafiar las normas de vida de la nobleza, así que no tengo motivos para dudar.—Como Lilliam bajó la vajilla y observó directamente a la noble—Pero ¿Sabe en que si estoy interesado? 

Los ojos de Lady Li, observaron curiosa el rostro de Ergi. Es imposible no saber a que es a lo que se refiere, hace unos días ella había olvidado que dejó implícito el interés del duque en la mujer; Solo el color subió hacia sus blancas mejillas. El duque Ergi ¿Es capaz de hipnotizar con la mirada?

—¿Como podría saberlo?—En un acto desesperado por ocultar su sonrojo, saco un abanico, agitando suavemente sobre su nariz—Su excelencia jamás estuvo involucrado en rumores, por lo que sé.

Los orbes verdes de Ergi no dejaron de mirarla, mientras que Lilliam solo deseaba ser un objeto para no sentir la ansiedad que se le estaba formando en el estomago. Aquella mirada incluso pareció atravesar la suave tela turquesa del abanico que se dedicaba a agitar como distracción.

—Lady Li ¿Por qué mirar a otro lado?—Lilliam gritó en el interior, al sentir su mano libre siendo levantada—Usted sabe lo que quiero y aún así finge no saberlo. 

—Creo esta al tanto de los rumores—Los oscuros ojos de Lilliam observaron hacia algún otro lado que no sea el duque, tratando de liberar su mano—Entonces sabe de mis sentimientos hacia Kosair Trovi.

Sus mejillas tomaron un rojo más profundo al mencionarlo. 

—¿El revoltoso hermano de la emperatriz?—Añadió, sin soltar la mano de la duquesa—Oí que esta en problemas ¿Realmente quiere involucrarse con alguien así?

—¿Realmente quiere involucrarse con alguien como yo?

Solo una sonrisa que Lilliam no pudo descifrar apareció en los labios de Ergi, ella no supo si asustarse o aliviarse. 

Por otro lado, el duque solo la analizo. Ciertamente, la duquesa de Wembley fue descrita como alguien problemática y malévola.

—Como sea—Inquirió, desviando la mirada hacia otro lugar—Estoy seguro de que sabes sobre las drogas abortivas que le dieron a Rashta.

Lilliam levantó la mirada hacia el duque, había escuchado el chisme. No obstante, no le importó demasiado, en lo único que se había preocupado por estos día era en preparar excusas para no acudir a los llamados e invitaciones de otros noble al palacio.

—No hay que ser muy inteligentes para saber quien fue—Añadió devolviendo la mirada hacia Lilliam—Después del pleito que fue como la portada de una revista, se puede deducir eso.

—No entiendo que tiene que ver eso conmigo—Lady Li respondió.

—¿Crees que el emperador esta contento?

Lilliam solo pudo mirar al hombre. Lo que trataba de decir era seguramente que el emperador no permitiría que alguna vez ambos tuviesen algo. Ella le dedico una sonrisa a Ergi.

—Nunca estuve cerca del emperador, dudo que le importe mi vida personal.—Junto el abanico.

—Por lo menos debiera reconsiderarlo y pensar que es un arreglo mutuo y no algo decretado por el emperador.

La ceja de Lilliam se elevó en confusión. El duque la soltó, y ella finalmente pudo hacer teorías a cerca de lo que se refería el duque, aunque no hallo respuestas concretas y aquella tarde, solo pudo sentarse a pesar que era lo que tramaba. El duque Ergi no es una persona libre de toda maldad.

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