Kosair, no voy a morir!「The Remarried Empress」【재혼 황후 -Jaehon Hwanghu】

CAPITULO X

EP-47 The Remarried Empress

Aquella noche después de una cena en solitario, salvo la atenta mirada del mayordomo; Se lanzó sobre la mullida cama de sabanas purpuras, reflexionando a cerca de lo ocurrido  aquel día. Algo que había quedado en su memoria, fue la respuesta de Kosair, preguntando si realmente sabia disculparse. 

Enterró su cabeza en una de las almohadas recordando que a pesar de abrazar o acosar a Kosair, Lilliam nunca se habría disculpado con nadie. Eventualmente, la mujer era bastante orgullosa y sus acciones por más inmorales y anti-éticas que fueran, ella nunca habría abierto la boca para mostrarse arrepentida por sus propias acciones. Ella es la gran duquesa de Wembley, era alguien a quien no le importan los rumores, posteriormente su posición en la jerarquía de la nobleza, haría que la alagaran sin importar cual fue su error. Su pregunta era, si aquellas palabras saldrían de ella cuando de trataba de Kosair, lo más probable es que sí, así que no había cometido error muy grave.

Eso le lleva a preguntarse si Lilliam alguna vez quiso una dama de compañía. Suponía que como se habían escrito en la novela original,  habrían algunas nobles dispuestas a servirla; Lilliam a pesar de no ser literalmente cercana a Sovieshu, lo era tratándose de sangre; Además cabía resaltar que alguien cerca a la duquesa de Wembley estaría tentada de una vida llena de fiestas y vida social. Aunque nunca se sabe si una noble dama estaría dispuesta a dejar atrás su tranquila vida por mantequilla y vestidos.

La joven dio una vuelta en la cama. observando el techo de su habitación; Extrañaba su tranquila vida, con sus padres en casa cada tarde. A pesar de no poseer una vida llena de lujos, ella todavía era feliz, mientras siendo Lilliam, era habitual pensar en que los problemas y peligros que aún si todavía no estaban a flote para verlos rápidamente, debía cuidarse. 

La puerta de la habitación se abrio, haciendo que la pelinegra reaccionara y se sentara, observando como la misma criada que siempre la despertaba por las mañanas, ingresaba con algunos objetos para prepararla para dormir. Es absurdo que incluso para dormir tuviera que arreglarse; Lilliam solo suspiro de manera pesada.

—¿Se encuentra bien?—La criada dijo, mientras dejaba los objetos sobre una mesa no muy lejos de la cama—La noto bastante triste.

—Solo un sentimiento extraño, pero no demasiado importante.

La criada parpadeo en su lugar, no espero una respuesta por parte de la señorita. Sin embargo, no hizo nada para que el aire de confianza desapareciera y en su lugar, se acerco a la mujer, dispuesta a soltar el cabello.

—¿Lo dice por Lord Kosair?—La sirvienta, se puso nerviosa bajo la mirada de Lilliam—No quise ser entrometida, pero oí a la señorita Anee mencionárselo a la señora. Discúlpeme por eso su excelencia, merezco un castigo.

—No pasa nada—Lilliam menciono dejando que la criada desenredara los lazos celestes de su cabello, dejando que las hebras negras cayeran sobre sus ojos—Pero ¿Que es lo que dijo Anee?

—No fue algo malo si eso es lo que piensa, la señorita Anee es muy amable y no se atrevería a difamarle.—Lilliam suspira, sabiendo que la descripción para ella seria todo lo contrario—Sin embargo, oí a la señora Becker decir que es un caso perdido esperar a Lord Kosair, la edad de su excelencia va por los veintitrés y las damas de algunas otras familias, ya incluso tienen hijos ¡Pero su excelencia mantiene una belleza superior, es juvenil y virginal! 

Una sonrisa apareció en el rostro de Lilliam. 

—¿Tu que es lo que piensas?

—¿Mi opinión? No creo que eso sea demasiado importante.

—Por supuesto que lo es.

—Nunca me atrevería a comentar sobre la relación entre Lord Kosair y su excelencia.

Lilliam pudo sentir las manos de la criada temblar, mientras pasaba el cepillo sobre su largo cabello ¿Tan mala era la relación entre ellos dos, que la criada tembló antes de hablar?

—Ya veo.

Aquello fue lo ultimo que Lilliam dijo. La criada había culminada con sus actividades y salio presurosa, era evidente el miedo que le tenia a Lilliam. Tras eso, solo pudo dar algunas vueltas en la cama, antes de quedar dormida. 

El amanecer siguiente no fue para nada agradable. Lilliam se encogió sobre la silla del comedor, solo fingiendo no darse cuenta de las mirada fulminantes de su madre y la sonrisa nerviosa de Anee, quien ya no sabia como aligerar el ambiente a su alrededor.

—Que vergüenza—La señora llevó un pañuelo sobre sus labios, limpiando con cuidado—¿Como te atreves a ir gritando por el palacio imperial? ¡No conoces tus limites! No finjas no saber de lo que hablo Lilliam, puedes ser una duquesa, pero eso no te da libertades para actuar como cualquier plebeya ¿Siquiera los plebeyos haces esos? Me sentiré mal solo por tu culpa en el futuro.

—Madre, Lilli solo...—Anee no supo que decir, no supo como excusar a la menor.

—¡Nada! ¿Por qué eres incapaz de pensar en tu futuro?—El semblante de la mujer mayor, se volvió frustrado—Han llegado a mis oídos rumores a cerca del duque de occidente ¿Por qué no aprovechas esta oportunidad y buscas maneras de encontrarte con él? 

—Yo...

—Sabes que Kosair no esta interesado en ti, debiste pensar e tus acciones cuando te fijaste en el hermano de su majestad.—La castaña mujer negó, cerrando los ojos—Pero ahora, el duque Ergi puede ser una oportunidad para mejorar tu estatus y más tarde veremos como hacer que la corte olvide los rumores sobre ti.

—Madre, los rumores también dicen que las mujeres involucradas con el duque Ergi no terminan bien, tal vez debería pensarlo mejor antes de empujar a Lilli a su miseria—Anee se levanto, caminando hacia la mayor—Además sobre los rumores

—¡Tonterías! Si se casan, puede simplemente ignorar cualquier cosa relacionado al duque.—Observo a la pelirroja y luego a la pelinegra—En cuanto a los rumores, si el emperador pudo intervenir para detener los rumores sobre su amante, puede hacer un esfuerzo por su "pequeña hermana".

—Pero madre—Para cuando Lilliam decidió hablar la mujer ya se había levantado y dado la espalda.

—Deja de esperanzarte en Trovi y piensa en lo que te espera si logras hacerte con el duque de Occidente.—Fueron las ultimas palabras de la señora Becker antes de marcharse dejando sola a Lilliam.

Anee la había observado por un rato antes de correr atrás de la señora.

★ ° . *　　　°　.　°☆ 　. * ● ¸

. 　　　★ 　° :. ★　 * • ○ ° ★　

.　 * 　.　 　　　　　. 　

° 　. ● . ★ ° . *　　　°　.　°☆

　. * ● ¸ . 　　　★ 　° :●. 　 *

• ○ ° ★　 .　 * 　.　 　　　　　.

　 ° 　. ● . ★ ° . *　　　°　.　

°☆ 　. * ● ¸ . 　　　★ 　

° :. 　 * • ○ ° ★　 .　 * 　.　

　★　　　　. 　 ° 　. . 　 ★　 　　

° °☆ 　¸. ● . 　　★　★

° . *　　　°　.　°☆ 　. * ● ¸ .

★ ° . *　　　°　.　°☆ 　. * ● ¸

. 　　　★ 　° :. 　 * • ○ ° ★　

.　 * 　.　 　★ ° :.☆