Las Vegas; Estados Unidos.
Poché
Vivir en Las Vegas nunca me pareció tan emocionante como para el resto de mis amigos. Ellos amaban la vida nocturna, las fiestas constantes, el despilfarro de dinero y el sexo.
No voy a mentir. Me gusta el sexo, me encanta y lo disfruto bastante. Pero no tengo la capacidad que ellos tienen de poder acostarse con desconocidos. Y tampoco me considero fan de pagar por un polvo.
Ellos amaban esos bares barra discotecas que le dan empleo a muchos trabajadores y trabajadoras del sexo.
A ver, que no tengo nada en contra de las personas que se prostituyen. Pero yo realmente disfruto de conquistar a una chica, la sutileza con la que puedo llegar a coquetear con alguien, las ligeras miradas a los labios y los pequeños roces de las manos.
Sí, al final todo eso terminaría en sexo y un 'nos vemos por ahí'. Pero disfrutaba lo sexy del proceso.
Negué con la cabeza mientras miraba a mi alrededor.
La música, la gente, los gritos patéticos de hombres que parecían no haber visto nunca una mujer desnuda, personas caminando de aquí para allá solo usando ropa interior. Todo me agobiaba.
-Recuérdame la razón por la que acepté venir a este lugar con ustedes.- mis amigos rodaron los ojos al entender que se aproximaba una queja- Dos mil dólares en efectivo ahora mismo y me dejan huir a mi casita.- los intenté sobornar.
-Deja de ser aguafiestas, Garzón.- me dijo Hugo.
Hugo Ferrer, uno de mis socios en el negocio de los hoteles de mi familia. Nació en Madrid, su padre también era todo un grande en el negocio hotelero y del turismo en sí. El señor Ferrer hace un par de años había mandado a Hugo a Las Vegas para convencerme de invertir y asociarme en su nuevo proyecto en este lugar. Después de una semana en la ciudad del vicio, nada podía sacar a Hugo de acá.
Y yo moría por regresar a mi pueblito, a mis cultivos.
No todos pueden tener lo que quieren, supongo.
-Quiero ir a dormir.- hablé con voz aburrida, porque literalmente lo estaba.
-Perdiste una apuesta. Ahora debes cumplir con nuestra condición.- dijo Brandon.
Su nombre completo es Brandon Mendes. Mi amigo, mi mano derecha en los negocios, y tambien una especie de primo postizo, (refiérase a un primo que es primo pero no). En fin, que es el hijo de la difunta esposa de mi tío. Cuando su madre falleció, mi tío se hizo cargo de la crianza y manutención de Brandon. Luego lo incluyó en los negocios, y junto a mí es quien se hace cargo de todo. Después de que mi tío tuvo la brillante idea de retirarse.
Yo también quería retirarme aunque solo tenga veintiséis.
Y repito, moría por irme a mi pueblito.
-En serio después de ganar quince millones mi 'premio' es estar aquí.- dije sarcásticamente.
-El contrato de la apuesta lo dice claramente.- Hugo sacó de su bolsillo la servilleta donde habíamos escrito y firmado el supuesto contrato- Poché alega que la inversión en la acciones de la empresa de alimentos solo se duplicará. En cambio Brandon y Hugo tienen fe de que se triplicará en la próxima semana.- leyó- ¿Cuánto invertimos, Brandon?-
-Cinco.- el aludido respondió con entusiasmo.
-¿Y cuánto tenemos ahora, Poché?-
-Quince. Okay, ya entendí tu punto.- tomé un sorbo del vino que había pedido.
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This Love
FanficEsta es una historia más sobre el peligro que implica jugar con fuego. Es solo una historia más donde tal vez seas envueltx con la sensualidad de los juegos de seducción de las protagonistas. La diferencia está en los detalles... Y en el vino.