Capítulo 7

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Un día antes de la boda...

Poché

Eran las nueve de la mañana y la casa era un completo caos. Me dolía la cabeza solo de ver a tantas personas caminar de un lado a otro, llevando y trayendo cosas.

Mi atención se detuvo en las cajas de whisky que estaban dejando junto al resto de bebidas alcohólicas que brindarían en el gran evento. Caminé hasta las cajas y tome dos botellas para después emprender camino hacia mi cuarto.

-¿No crees que es demasiado temprano para estar tomando?- escuché la voz de Brandon. Lo miré.

-Mi mujer está a punto de casarse con mi tío. No esperes mucho de mí.- le respondí con el tono de voz que claramente reflejaba mi mal humor.

-Tengo que contarte algo ya que en estos últimos tres días no fuiste a la empresa y según Adriana dejaste de responder sus mensajes.- le hice una seña para que me siguiera y caminamos hasta mi habitación.

Hacía mucho no estaba en ese cuarto, ya se cumpliría un año desde que decidí tener mi propio apartamento. Y con Daniela ahí mis ganas de dormir en la casa de mi tío se habían reducido a cero.

Dejé una de las botellas en la mesita de noche y me lancé a la cama con la otra. Luego de abrirla miré a mi primo para que me dijera lo que quería.

-Mandaron a Adriana a hacer uno de esos cursos de capacitación de la empresa.-

-¿Qué? ¿A dónde y por órdenes de quién?- pregunté confundida.

-El curso es en Europa, mi papá lo decidió así.- me sentí una estúpida por haber estado tantos días sin responder los mensajes de la chica- Pero en realidad fue Daniela la que prácticamente hizo que desaparezcan a esa mujer de tu vida.- me reí sin humor mientras negaba con la cabeza.- Esa mujer está loca y me da miedo de que termine haciéndote perder la cabeza a ti también.-

-Eso no es tan difícil, Brandon.- hice una pausa.- Déjame sola, por favor.-

Él se acercó a mí, dejó un beso en mi frente y salió de la habitación. Y por el resto del día me quedé encerrada, tomando, recordando y sintiéndome cada vez más miserable.

Me sentí estúpida. Mi ingenuidad, hace años, me hizo creer que ella realmente me amaba y que la posibilidad de ser felices juntas existía.

Flashback

Años atrás...

-Mañana nos casamos.- escuché su dulce voz a mis espaldas.

Me encontraba en las caballerizas. Pasar tiempo junto a Ámbar me relajaba. Solía conversarle a ella todos los pensamientos que no lograba expresar con palabras.

Era gracioso que ella parecía entender, y a veces podía percibir la desaprobación en su mirada. O tal vez me gustaba pensar que eso sucedía.

-Sí. Mañana, tú y yo...- dije nerviosa, si quitar mi mirada de mi yegua. Daniela se rió despacio.

-Mírame.- me pidió usando el tono de voz que causaba algo extraño en mi estómago, y hacía que me latiera... todo el cuerpo.

Cuando hice caso a lo que pedía, se acercó a mí. Tomó mis manos y las acercó a su cintura. Las suyas las colocó en mi rostro.

-¿Algún día dejarás de ponerte nerviosa cuando te hablo?- preguntó con el mismo tono de antes.

-No.- le dije y sonrió- Es la única forma en la que mi cuerpo es capaz de gestionar lo mucho que me gustas.-

This LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora