Charles tiene que ir a una conferencia en Londres junto con Hank. Así que le pide a su esposo Erik que cuidara a los niños.
Erik no tenía de otra así que tendría que quedarse con los niños una semana entero, ¿Que podría salir mal?
_ ¿En donde estamo...
Una hora después todo ya habían terminado de desayunar, ahora mismo se encontraba caminando por las calles de la encantadora Vegas, los chicos no dejaban de sacarse fotos para tener de recuerdo, con tal que no se enterara su otro castaño padre.
_ Papá mira - señala la pequeña Lorna con sus deditos -. ¿Que es eso?
_ Bueno mi amor, eso es un casino.
_ ¿Un casino?
_ Así es, aquí viene muchas personas a jugar juegos que tiene el casino.
_ Así es pequeña - dijo Azazel metiéndose en la charla -. Aquí vienen las personas a jugar y a perder dinero.
_ ¿Por qué pierden dinero, tío Azazel?
_ Bueno, verás....
_ No digas nada mas.
_ Pero yo quiero saber papá.
_ Cuando cresca te lo diré, por ahora eres pequeña para saberlo.
_ Esta bien, pero ¿podemos entrar a jugar, papá? - preguntó.
_ No, no se puede.
_ ¿Por qué no?
_ Por qué estamos conociendo Las Vegas, además está prohibida la entrada a los menores de edad.
_ Entonces, ¿Por qué los tíos y mis hermanos entraron? - pregunto la pequeña con un puchero.
_ ¡Que!
Erik miró por todo lado viendo que no estaban sus hijos y los tres adultos. Maldijo por los bajos y tomó la mano de su pequeña para que no se separara de él. Fue a la entrada del casino, tomó una bocanada de aire y entró. Lorna veía con admiración el lugar, mientras que Erik miraba en todos lados tratando de encontrar a los demás.
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