MON AMOUR 2 || ANTOINE GRIEZMANN

Capítulo 50

Miércoles 14 de julio del 2021

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                                Antoine
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Salgo del baño, termine de ducharme, miro a Ally que sigue durmiendo.

Llegamos a Samoa hace un rato, son las nueve de la mañana, el viaje duro como doce horas, Ally durmió todo el viaje, no sé si apenas tuvo una hora despierta y apenas llegamos a la cabaña mientras yo acomodaba las cosas, ella se tiró a la cama y se durmió.

La desperté para ducharnos juntos, me dijo “anda, en unos segundos voy”, la esperé unos minutos y como no sé apareció en el baño, salgo y la veo dormida, entonces me duche solo y ahora sigue durmiendo.

No sé cómo puede dormir tanto.

—amor —digo, me acuesto en la cama

Está acostada boca abajo, abrazando la almohada.

—amor, despierta, vamos a desayunar —le corro el cabello de su cara y dejo besos en su mejilla—. amor, nena despierta —acaricio su espalda con mi mano—. amor, despierta —la muevo un poco, pero no hay señal

—Ally nena, despierta —la muevo, pero nada—. amor —hablo fuerte y la muevo—. Allegra —vuelvo a moverla, está respirando, pero no se despierta—. Allegra —la doy vuelta y la tomo en mis brazos sacudiéndola—. Allegra —digo con desesperación

—¿qué? —dice en voz baja

Siento como si mi alma volviera a mi cuerpo, la recuesto en la cama y apoyo mi frente en la de ella, suspiro y trato de tranquilizarme, me había puesto nervioso.

—no despertabas, pensé que te había pasado algo

—estoy cansada, quiero dormir —la veo que tiene los ojos cerrados

—nena no, vamos a desayunar, hay mucho que recorrer, estamos en nuestra luna de miel —abre los ojos

—cierto, iré a bañarme —dejo un beso en su frente y salgo de encima de ella

—me vestiré —le digo y veo que asiente

Busco ropa en mi maleta, saco un bóxer, una bermuda y una remera.

—amor, pedí que nos trajeran el desayuno para acá, así desayunamos afuera, tenemos de vista la playa —digo mientras me visto

Al no escuchar respuesta, me doy vuelta y la veo durmiendo.

—Allegra —grito

—¿qué? —dice con la voz ronca

—te dormiste, ¿te pasa algo? —me acerco a ella sentándome en la cama

—no nada, ¿cuántas horas dormí? —se sienta en la cama

—casi once horas

—debe ser eso, me siento como mareada, cansada, debe ser de tanto dormir, me daré una ducha, así me despierto del todo —asiento—. buen día, no te lo dije —se acerca y deja un pequeño beso en mis labios

—buen día, preciosa —sonríe y se levanta de la cama

—no me despertaste para ducharme contigo —dice mientras se desviste

—si lo hice, pero te dormiste, te esperaba en el baño, ya que vos me habías dicho que ibas y no apareciste y cuando vengo a verte, estabas durmiendo

—no lo recuerdo, ¿cómo me pude perder una ducha contigo? —niega con la cabeza—. que tonta, pero bueno, después la recupero, me doy una ducha y salgo