MON AMOUR 2 || ANTOINE GRIEZMANN

Capítulo 34

Domingo 18 de octubre del 2020

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                                Antoine
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El sonido de mi celular me despierta, muevo la mano hasta el mueble que está al lado de mi cama y lo alcanzo, apagó la alarma y lo dejo nuevamente ahí.

Estiro mi otro brazo para abrazar a Ally, pero no siento nada, alcanzo el interruptor de la lámpara y la enciendo, me muevo para quedar sentado en la cama y noto que no está.

Ayer Ally salió de trabajar y vino para casa a dormir.

Salgo de la cama y camino hasta el baño, pero no escucho ningún sonido.
«Debe estar abajo» pienso, entro al baño, me cepillo los dientes y me doy una ducha.

Termino y me visto, en el mueble que está al lado de la puerta veo que está el bolso de Allegra, eso me confirma que todavía está en casa, agarró el celular, miro la hora, diez y cinco de la mañana, salgo de la habitación y paso por las habitaciones de mis hijos, pero ninguno de los dos está.

Camino hasta la sala y voy escuchando las voces de Mía y Ally.

Llego al comedor, está Ally de espalda acomodando algo en la mesa y tiene a Amaro en brazos y Mía está sentada al costado de ella, también dándome la espalda.

—voy a despertar a tu papá, así viene a desayunar —le dice a Mía, veo como mi hija asiente

—buen día —digo y Ally se da la vuelta con la mano en el pecho y la otra sosteniendo a Amaro

—¡dios! Antoine me asustaste —dice

—papi, vino Ally a desayunar con nosotros

Mía sonríe, ella ama que venga Allegra, la adora y Amaro va por el mismo camino.

—sí, sabía que ella estaba acá —le digo a Mía, me inclino hacia abajo y le doy un beso en su mejilla

—buen día —dice Ally sonriéndome

—buen día —le digo con una sonrisa y dejo un corto beso en sus labios—. buen día, campeón —le digo a Amaro, lo tomo en brazos y le doy un beso en la mejilla.

—¿qué vas a tomar? —pregunta Ally, la miro, se dio una ducha, porque tiene el cabello mojado y emana un olor a flores.

—café con leche está bien —asiente y sale del comedor hacia la cocina

Acomodo a Amaro en su silla de comer, le pongo el cinturón y después la bandeja en donde pongo su comida, la taza con chupón que tiene leche adentro y dejo una porción de bizcocho de vainilla.

A los segundos vuelve Allegra con dos tazas, yo tomo asiento al lado de Amaro, me deja la taza al frente mío y ella se sienta al lado de Mía, que ya tenía su taza con leche.

—gracias —le sonrío y me devuelve la sonrisa—. ¿te despertaste temprano?

—ocho y media o nueve menos cuarto creo, me di una ducha y después escuché que Amaro te llamaba, fui a verlo y se tranquilizó, más tarde Mía se despertó y estuvimos un rato mirando tele acá en la sala y después nos pusimos a preparar el desayuno

—y Ally dijo que se quedaría con nosotros todo el día —dice Mía feliz

—¿en serio?, ¿no trabajas hoy?

—sí, trabajo, solo que entro a la noche, creo que tipo once

Por lo menos vamos a estar todo el día juntos, yo tengo que ir a entrenar, pero ella va a estar cuando vuelva y eso me llena de felicidad.