Capítulo 18: De tres

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Dos semanas después del suceso con Borja

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Dos semanas después del suceso con Borja. España, Santander, 10:35 .a.m. 

La poca luz de la mañana se colaba por las cortinas de la oficina, proyectando sombras alargadas sobre los informes dispersos en la mesa. El ambiente estaba cargado de una quietud incómoda, casi pesada, mientras Yuna repasaba mentalmente lo que sabía, intentando dar sentido a los fragmentos de información que flotaban en su cabeza.

—¿Datos de Málaga?—preguntó la capitana Yuna en voz alta, esforzándose por mantener la compostura mientras acariciaba la cicatriz de su ojo. Estaba sentada en la silla de su amplio despacho de La Base de Santander. El tic en su pierna derecha no dejaba de manifestarse desde hacía varios minutos, delatando su nerviosismo. Frente a ella, la almirante Velma buscaba rápidamente en una carpeta, tratando de encontrar la respuesta que esperaba con impaciencia.

—272 casos registrados...—dijo finalmente Velma, con el ceño fruncido, notando el evidente nerviosismo de la capitana.

—¿Datos en Barcelona? ¿Granada?—insistió la mujer rubia de pelo corto, tomando notas rápidas en los papeles que tenía en el escritorio. El ruido del bolígrafo sobre el papel era lo único que se oía, reflejando el desorden en su cabeza.

Velma la miró de reojo, observando cómo la inquietud de la otra iba en aumento. Miró de nuevo las gráficas que tenía en sus manos, buscándole silenciosa las nuevas respuestas.

—506 y...—hizo una breve pausa, buscando el siguiente dato—79.—dio toques con su dedo índice a la carpeta, señalando dicha cifra.

El murmullo de Yuna apenas fue audible mientras seguía escribiendo, su mano apoyada firmemente en su frente. La habitación estaba inmersa en un silencio tenso, solo interrumpido por el incesante golpeteo de su pie contra el suelo.

¿Por qué estaban empezando a aumentar los casos justamente ahora?

¿Cómo podrían pararlo?

¿Qué planeaban estos irrelevantes del clan malvado?

¿Y si estaban planificando algo catastrófico?

¿Y si...?

Las preguntas la asaltaban una tras otra. Las cifras que aparecían en su mente se mezclaban con los sentimientos confusos que había estado intentando ignorar desde el incidente con Borja. No había podido evitar pensar en cómo se complicaban las cosas. Cada nuevo dato, cada nueva crisis, parecía ser un recordatorio de que todo era un caos que no tenía tiempo de resolver.

Velma notó la tensión en los hombros de la capitana. Sus ojos recorrían los números sin verlos realmente, demasiado metida en su mente como para escuchar su alrededor. Intentó llamarla varias veces, pero al final tuvo que levantar la voz.

—¡Yuna!—gritó Velma, dando un golpe en la mesa. Consiguió sacar a Yuna de golpe de sus pensamientos. La mujer parpadeó, desorientada. Sus ojos se encontraron primero con la mano de Velma, firmemente apoyada en su escritorio, antes de alzar la vista y encontrarse con su mirada preocupada—¡Te estoy llamando y hablando!—la capitana abrió los ojos sorprendida, parpadeando rápidamente. 

Lazos Sobrenaturales-Lazos confusos IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora