No saber es parte del misterio de la vida. Saber es penetrar el sentido de la existencia.
Un laberinto lleno de preguntas y respuestas no tendría sentido si no tuviera dudas. Las dudas son el puente que nos lleva a la razón. Una duda que no sirviera de nada, sería una duda sin rumbo. Una duda sin rumbo sería cuestionar algo y dejarlo sin responder. Si para avanzar tuvieras que contestar cada pregunta, te atorarías si te quedaras en la duda. No te serviría de nada una duda, si no averiguas la respuesta. Nos vamos quedando atrás en la vida, si no resolvemos las dudas que tenemos. Muchas veces esas dudas nos llevan a otras y esto puede llegar a convertirse en un eterno laberinto; sin embargo, siempre y cuando estemos averiguando, seguimos andando y, al darte cuenta de que ya llevas mucho camino recorrido, ya no permites quedarte con la duda.
Es horrible quedarte a medias y ver cómo todos te pasan; es horrible porque el responsable es uno mismo. Todos nacemos con preguntas, respuestas y, más que nada, con dudas. Pero son nuestras preguntas y nadie puede darnos mejores respuestas que las que tenemos enfrente de nuestro camino. Es verdad que unos nacen con dudas mucho más grandes, pero quizás es porque son personas lo suficientemente grandes para resolverlas. En la vida, es difícil resolver, pero mucho más difícil es vivir y nunca saber.
Ya llevo tiempo cuestionando tantas cosas en las que antes creía. Creía en todo lo que me enseñaron. Ahora creo en lo que he visto. Creo sólo en lo que siento, sólo en eso, porque ni en mis ojos o en mis oídos puedo confiar.
Yo no creo todo lo que veo y menos todo lo que escucho, porque muchas veces esto me aleja más de lo real.
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Hablando Sola - Dᴀɴɪᴇʟᴀ Rɪᴠᴇʀᴀ Zᴀᴄᴀʀɪᴀs.
AléatoireLlega un momento en que la razón de vivir encuentra un lugar en nuestra vida y de repente, todo lo que nos confundía empieza a tener sentido: nos vamos dando cuenta de que lo que importa son las cosas que no podemos ver y que las que sí podemos ver...