Hoseok jadeaba mientras sentía los húmedos besos del rubio en su cuello, apenas había dicho que estaba completamente satisfecho cuando el rey aprovecho y comenzó a atacar su cuello.
—yo no sé qué me hiciste pero no puedo dejar de pensar en ti ni un solo segundo, solo quiero estar contigo—le dijo el rey lamiendo y mordiendo cada parte disponible de su cuello, el doncel apretaba la tela de su ropa jadeando, sentía como su entrada se estaba dilatando y lubricando
—me pasa lo mismo. Te amo tanto—la voz del castaño salía como un susurro entre tantos suspiros que soltaba
Yoongi se estremecía al sentir el cuerpo del doncel removiéndose sobre su cintura, su mimbro estaba más que listo para lo que tenía planeado hacer, el rubio comenzó a quitar las prendas del chico con tanta lentitud que los estaba volviendo locos pues adoraban la nula velocidad con la que actuaban.
Hoseok ni siquiera sentía pena por su desnudez pues le fascinaba que su rey lo deseara, Yoongi tomo ambas piernas del doncel y las posiciono en los posa brazos del trono dejando al chico completamente abierto de piernas y listo para él.
El rubio paseo sus manos por todo el torso bronceado, jugaba con los pezones del chico, los pellizcaba débilmente y los estimulaba con la yema de sus dedos, Hoseok gemía bajito y se sostuvo echando sus manos hacia atrás para agarrarse de la espalda del rubio. El cuerpo del doncel estaba algo levantado por lo que fue fácil para el rey levantar su hanbok hasta dejar su miembro libre, en todo ese tiempo el rey nunca dejo de repartir besos por cada centímetro de la piel que alcanzaba, su nuca, su cuello, sus mejillas, los hombros, parte de la espalda, se estiraba un poco para besar una de las clavículas del chico, estaba amando la sensación de la suave y caliente piel del doncel
—todos adoran a quien este sentado en este trono y hoy yo te voy a adorar solo a ti, tú eres mi rey—dijo Yoongi tomando su mimbro y alineándolo en la entrada del chico y ambos soltaron un gemido profundo cuando el rey entro con tanta lentitud, llenando completamente al doncel.
Las lentas embestidas los estaban volviendo locos, Hoseok encajaba sus uñas en la espalda aún vestida del rubio y en cada suave choque el doncel soltaba un pequeño gemido, el rey lo sostenía de sus muslos y disfrutaba del interior caliente y húmedo del castaño, en algunas ocasiones estando completamente adentro del chico y sin salirse frotaba su miembro en el interior con algo de rapidez y después seguía con las embestidas largas y profundas.
Hoseok comenzó a quejarse de la posición y Yoongi lo bajo para girarlo y acomodarlo a horcajadas, volvió a penetrarlo pero ahora Hoseok tenía la boca del rubio a su disposición y comenzaron a besarse, Yoongi tocaba con su miembro el punto dulce del chico en cada embestida.
Después de varios minutos por fin ambos lograron llegar al orgasmo, Hoseok giró un poco su rostro para besar la nuca y se sorprendió cuando escucho un ronco gemido del rey, sonrío complacido reconociendo que encontró el punto sensible del rubio
Yoongi pego su rostro en el hombro del castaño, el orgasmo fue tan intenso que lo dejó tan relajado y sus ojos no reconocían imagen alguna, en su mente solo estaba la hermosa imagen del chico llegando al orgasmo. Salió del interior del doncel y con su pañuelo de seda lo limpio con delicadeza, besando al mismo tiempo que pasaba el pañuelo por el cuerpo bronceado.
Hoseok sonreía complacido de tener tal atención de su amado, quería tomar su ropa para vestirse pero el rubio se lo impidió, él mismo tomó las prendas del menor y lo comenzó a vestir delicadamente.
Cuando ambos ya estaban limpios y con su ropa arreglada, de nuevo se acomodaron en el trono del rey, Yoongi acomodo al doncel de lado haciendo que el menor estirara sus piernas para apoyarse en un posa brazos y lo abrazo por la cintura
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No tengo miedo | YoonSeok
FanficHoseok esta enamorado del sádico rey Min Yoongi Mpreg -Contenido adulto. -Ésta obra es mía en su completa extensión. -Los personajes son ficticios, por lo tanto sus acciones también lo son. -Con ésta obra no incito a absolutamente nada. La lectura...