El lugar estaba de nueva cuenta en completo silencio y con un extraño pero agradable ambiente, ya no se sentía solo y húmedo como en días anteriores, Mina podía presumir que ahora todo era tan hogareño.
Chaeyoung no era una experta ni tenía dotes culinarios para satisfacer el estómago de la japonesa, sin embargo, ella no tenía idea que el simple trato y la atención alegraban el corazón de la mujer embarazada. Dándole un mejor sazón a la comida.Esa era todo lo que necesitaba para estar más que cómoda en esa pequeña habitación.
La mayor revolvía lo que estaba en su plato en busca de más sabores y texturas, haciendo algún sonido con el que le daba aprobación y una valoración de cinco estrellas aunque se tratara de algo meramente sencillo como lo es el arroz mixto con algunas verduras. Los palillos en sus manos se movían rápidamente del plato a su boca, por lo que en cuestión de minutos ya no había mucho más que alguna pequeña migaja sobrante. Soltó una risilla ligeramente avergonzada y elevó la vista sólo para encontrar la mirada felina intensa de su acompañante, quien le sonrió de manera cariñosa y bastante tonta.
— ¿Te gustó? —cuestionó tras unos minutos de deleitarse con la expresión de satisfacción en el rostro de Mina.
— Si, muy bueno —halago Mina causando que las mejillas de la coreana se pintaran de un tono rosado.
Después, un sonido proveniente de su teléfono las hizo romper esa pequeña burbuja de comodidad que habían creado. Era su alarma, la había programado esa mañana que despertó con Mina en su pecho, para saber la hora en que tenía que salir de casa a cumplir con sus actividades diarias. Mina formó un puchero que Chaeyoung no logró ver al estar distraída, y suspiró triste.
No quería que se fuera, no quería volver a estar sola hasta quien sabe cuando Chaeyoung se resignaria a volver.
— Tienes que irte —dijo con una voz baja, sin energía.
La chica asintió, se puso de pie y Mina imitó su acción, a pesar de todo seguía estando un poco a la defensiva por lo que Chaeyoung pudiera hacerle.
Chaeyoung dio unos pasos hasta ella, por lo que la nipona se estremeció, enterrando las uñas en la palma de sus propias manos. Su mirada, como siempre, era intensa. Grande y tan poco expresiva, le causaba escalofríos.
Unas manos frías acunaron su rostro con suavidad y los pulgares de la menor dieron caricias por sus mejillas que tenían un cálido calor. Chaeyoung se enderezó un poco y corto considerablemente la distancia entre ellas, sus narices rozaban y sus alientos se mezclaban, cerró los ojos disfrutando de la sensación. Mina deslizó sus manos hasta posicionarlas en su cintura y la acercó más, Chaeyoung sonrió cuando pudo sentir el pequeño bultito entre ellas.
— Chaeyoung-ah —jadeó Mina, apenas pudiendo contener sus impulsos.— Bésame. —rogó.
Y eso bastó para que Chaeyoung perdiera sus sentidos por completo, Mina se inclino y junto sus labios con bastante desesperación, el tacto era brusco, con ambas jadeando y tocando de más, explorandose y descubriendo nuevos horizontes para las dos.
La alarma volvió a resonar y la más baja corto el beso sabiendo que no se podria seguir retrasando.
— Tengo que irme ya —relamio sus labios mirando como Mina apenas y reaccionó a lo que dijo, pues estaba más ocupada tocando sus labios y suspirando, probablemente molesta.
Su cabeza era un mar de pensamientos y sentimientos encontrados, se sentía mareada por lo que sin más, salió del lugar.
Gruñó con fastidio, tomando una fuerte respiración para tratar de calmar su acelerado corazón. Un nudo en su estómago y sus mejillas ardientes sólo le hicieron recordar esos momentos de feliz matrimonio en el pasado, cuando vivía en una burbuja de ilusión y felicidad.
No, ella no podía estar sintiendo algo así de nuevo.
No pasaría por un corazón roto de nuevo.
No quería involucrarse sentimentalmente por Mina, solo quería tener un hijo y por fin ser madre. Solo eso, ¿o quizás un poco más?
Subió a su auto y arrancó el motor, moviéndose violentamente en el pavimento. Ni siquiera sabía a dónde se dirigía. Simplemente quería huir de todo eso.
(***)
— ¿Qué te ocurre? —cuestionó Jeongyeon del otro lado de la sala, meneando una copa de vino entre sus manos.
— ¿Por qué? —rió con amargura al ver la cara acusatoria de su hermana.
Jeongyeon, su hermana mayor, a veces se creía su madre.
— Te miras algo distraída... —señaló y alzó los hombros.
Chaeyoung chisto la lengua y simplemente miró hacia otra parte.
— Nunca me visitas y ahora estás aquí.
No es que tuvieran una mala relación, simplemente el trabajo de Jeongyeon era demandante, lo que ocasionaba que su tiempo libre fuera limitado. De la misma forma que con su madre.
— Nada —dio un suspiro.
— ¿Segura? —insistió la mayor, conocía muy bien a su hermanita, la manera en la que jugaba con sus dedos y como fruncia sus cejas.
— Conocí a alguien —soltó, dejando a Jeongyeon impactada.
Después de su divorcio, Chaeyoung había construido grades barreras alrededor de ella, prohibiendose a sí misma sentir amor de nuevo. Por lo que realmente no esperaba escuchar eso viniendo de la menor.
— Y últimamente le he hecho mucho daño... supongo que antes me odiaba... pero ahora quiere que me quede con ella, que la abracé y que la bese también... lo hice esta mañana... y no tengo idea de porque... yo no quiero sentir esto...
— Es un ella, wow.
— ¿Algún problema? Digo, no es como si a ti tampoco te gustaran.
Jeongyeon carcajeo sabiendo que se refería muy bien a su relación con Im Nayeon.
— No, sólo que... Siempre fuiste muy hetero.
La menor comenzó a reír levemente.
Sin embargo, Jeongyeon estaba feliz. Siempre espero a que Chaeyoung pudiera continuar en lugar de que siguiera estancada en los malos recuerdos de su pasado. Se inclino y alcanzó las manos frías de su hermana, dándoles una caricia reconfortante.
— ¿Por qué no te das la oportunidad de estar con ella y experimentar algo como el amor... por qué no?
— Porque simplemente no puede ocurrir, no es lo que yo quiero y sé que ella tampoco lo quiere, nadie quisiera estar con alguien como yo.
La chica la miro con atención y presionó sus labios, sintiendo algo de decepción.
— Bueno, si no quieres hacerlo, no lo hagas y ya...
Chaeyoung asintió no muy convencida. Pues para ella seguían habiendo dos lados, uno que le gritaba que se arriesgara y dejara el corazón en las manos de Mina y otro que le decía que no era necesario, se deshaceria de ella cuando el bebé naciera.
— Tengo que ver a un amigo... —se paro del sofa mirando como la mayor hacia lo mismo, caminaron juntas hasta la puerta de la casa de Jeongyeon dándose un pequeño abrazo— nos vemos luego...
— Chaeyoung... —la llamo.
— ¿Si?
— Sé que quieres intentarlo, por más que lo niegues... Sigue lo que tu corazón anhela.
La miro por última vez y asintió antes de salir por la puerta un poco desanimada
---
ESTÁS LEYENDO
bebé en camino. [michaeng]
Короткий рассказ¬ Chaeyoung quiere un bebé. Mina esta embarazada ¬ MICHAENG | TWICE ADAPTACIÓN HISTORIA CORTA