𝗛𝗢𝗢𝗗𝗜𝗘 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍

𝙴𝚇𝚃𝚁𝙰.

Esa era la tercera vez que los escuchaba gritar, a Christopher no le gustaba cuando sus padres discutían.

Por eso, cada vez que sucedía iba a refugiarse a la casa de su nuevo mejor amigo. Después de todo vivía al lado suyo y siempre era bienvenido. Tan pronto puso un pie en la casa de los Kim, sintió esa calma que le transmitía el lugar. Como había entrado por la puerta trasera, comenzó a buscar a Seungmin.

El australiano estaba en su cuarto, sentado frente al escritorio, mirando sus libros y escribiendo en un cuaderno.

—Seungmin.

—Oh, hola hyung —se volteó para verlo, dirigiéndole una hermosa sonrisa.

—Juguemos.

—No puedo ahora, estoy estudiando mi coreano.

El mayor se acercó hacia la mesa donde estaban los apuntes de Seungmin y les pasó una mirada—. Pero estos están bien, ya vamos a jugar.

—No, hyung aún tengo que seguir estudiando —insistió el menor, debía concentrarse, pero con un inquieto Christopher a su lado no tenía mucho escape.

Trató de concentrarse más en los ejercicios de gramática que tenía en su libro, pero escuchar a Chan jugar con sus juguetes no era de mucha ayuda. Sabía que lo hacía a propósito, pero debía acabar con esos ejercicios o su mamá se enfadaría.

Escuchó como el mayor se lanzó sobre su cama, jugando con un avión de papel. Desvió la mirada hacia él, no podría soportarlo por mucho tiempo.

—Me lo estás haciendo muy difícil, hyung, sal de mi cuarto —habló el menor con la voz más seria que un niño de seis años pudiese tener.

Bang lo miró sorprendido, ¿lo estaba echando? Y fue verdad, porque por más palabras le dijo, Seungmin terminó por sacarlo a empujones de su habitación.

Ahora estaba sentado en el piso del corredor, junto a la puerta. No podía creerlo.

La madre de Seungmin, que se dirigía al cuarto de lavado, se detuvo al ver al pequeño en el suelo—. Chris, hola, ¿qué haces aquí?

—Mamá y papá están gritando otra vez, entonces vine a jugar con Seungmin, pero no quiere jugar conmigo...

La mujer lo miró con algo de tristeza, sabía muy bien lo que pasaba entre los padres del menor, aunque tal parecía que Christopher no lo sabía. Abrió la puerta del cuarto de Seungmin y entró levemente.

—Cariño, puedes seguir con tu tarea después, ¿por qué no juegas un rato con Chris?

—¿En serio?

Su mamá asintió y, al instante, se olvidó de sus quehaceres y fue a tomar a su mayor de la mano para que entrara a su cuarto y pudieran jugar.

YoungMi suspiró y cerró la puerta. Ahora debía atender otro asunto.