𝗛𝗢𝗢𝗗𝗜𝗘 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍

𝙾𝙻𝙸𝚅𝙰 𝙿𝙾𝚁 𝚄𝙽𝙰 𝙳𝙴𝚂𝙿𝙴𝙳𝙸𝙳𝙰 𝚈 𝚄𝙽𝙰 𝙴𝚂𝙿𝙴𝚁𝙰𝙽𝚉𝙰.

A Seungmin le costó mucho despedirse de Christopher, por supuesto, no quería dejarlo ir, pero sabía que todo eso era para ayudarlo, que ayudarlo era más importante. No soltó su mano en todo el camino al aeropuerto, se sentía tan bien, ¿por qué tenía que resultar así? No quería dejarlo ir.

—Te voy a extrañar mucho.

Chris volteó al escuchar las palabras de su novio y le sonrió—. No será por mucho tiempo, Seung.

—Cuatro meses es mucho.

El mayor se detuvo, haciendo un casi imperceptible gesto a su mamá, para indicarle que siguiera. El aeropuerto estaba bastante concurrido, como habitualmente, así que optó por llevarlo a algún lugar que estuviese más vacío. No podía actuar tan libremente a la vista de todos.

Bajo las escaleras fue lo más aislado que pudo encontrar y sólo en ese momento, lo rodeó con sus brazos, presionando lo contra su pecho. Christopher también lo extrañaría demasiado.

—Verás que el tiempo pasará muy rápido y pronto volveré.

Seungmin asintió, porque no podía hacer nada más. Por más egoísta que quisiera ser, no podía retenerlo. Seungmin quería que Chan no sufriera más.

—Te esperaré, todo lo que sea necesario.

Ambos sonrieron, porque sabían que no importaba cuánto tiempo pasara, volverían a verse. El menor se acercó a unir sus labios. Cielos, lo extrañaría demasiado.

No fueron tantos minutos, pero los dos tuvieron que regresar y dirigirse hacia donde la señora Bang los esperaba. Ella también sabía que les era difícil separarse después de una vida, prácticamente, juntos.

—Ya hice el check-in, tengo que entregar las maletas.

—Te ayudo.

—No, hijo, es mejor que estés un rato más con Seungmin antes de que tengan que despedirse —dijo su madre con una sonrisa.

La mamá del mayor ya sabía que esto costaría, de una y otra forma, sería difícil. Ya se habían tenido que separar una vez. Aunque ellos, tal vez, no lo recordasen tan bien. Tenían siete años y YoungMi y su hijo debían regresar por un papeleo. Ambos niños lloraron mucho esta vez, creyendo que no se volverían a ver.

—Christopher.

—Seungmin.

—Prométeme que cumplirás todas las terapias, y que pensarás en cositas lindas, y que me llamarás todos los días y, y, y...

—Te lo prometo.

Sus manos seguían entrelazadas, otorgándoles ese calor que amaban, pero sus corazones dolían en cierto punto y necesitan apagar ese dolor de alguna forma.

—Te amo mucho, no lo olvides —murmuró Chan en el oído de su novio. Lo extrañaría más de lo que imaginaba—. Oye, Seung, no llores, en serio, no será mucho tiempo.