𝗛𝗢𝗢𝗗𝗜𝗘 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍

𝙲𝙾𝙱𝙰𝙻𝚃𝙾 𝙿𝙾𝚁 𝙴𝙻 𝙲𝙾𝙽𝙾𝙲𝙸𝙼𝙸𝙴𝙽𝚃𝙾.

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Recuerda que no estás solx, eres fuerte, yo creo en ti <3.

Habían días así (realmente eran todos los días). Días en que no quería nada, en donde toda la culpa venía a su cabeza, le carcomían sus acciones, se sentía la peor persona del mundo y no quería que nadie estuviera cerca de él. Todos los pensamientos negativos salían a flote y lo atormentaban sin descanso, se sentía asfixiado. Le dolía todo el cuerpo como si mil agujas se enterraran en su piel y no le permitieran moverse.

Siendo sinceros, no eran tan seguidos ahora que estaba con Seungmin, su vida había parecido mejorar el triple, se distraía. Pero ahí estaba estaba él otra vez, acostado en su cama, en posición fetal, mirando a la nada, mientras abrazaba una almohada. Quería permanecer ahí toda la semana, y el resto de su vida si era posible.

Christopher se sentía más que terrible.

No había desayunado aún y su mamá hizo acto de presencia para reclamarle el hecho. Sin embargo, al verlo en ese estado, olvidó sus palabras y se acercó a su hijo con preocupación.

—Cariño, sabes que no debes sentirte así.

Sí, no era la primera vez que ella debía enfrentarse a esto. Desde que su hijo era pequeño tenía esos ataques de depresión, como los llamaba ella porque no entendía tanto la situación. Lo había llevado a varios psicólogos, le habían recetado múltiples medicamentos, pero nada servía, nada lo curaba. Su pequeño Chan parecía hundirse cada vez más a medida que crecía, primero por el abandono de su padre y luego por la muerte de YoungMi. Creía que todo era su culpa, pero no era así y su madre trataba de hacérselo saber.

Sentía que como madre lo estaba haciendo lo suficiente, pero no sabía que más podía hacer. Quería ayudarlo, pero solamente podía apoyarlo, ¿había otro método que no había probado? Todas las noches se develaba buscando nuevas formas, leyendo investigaciones sobre la depresión de autores reconocidos en el campo, veía testimonios de personas que habían sufrido de este trastorno. Pero siempre terminaba agotada y frustrada.

Estiró la mano para acariciar el cabello de su hijo, le dolía verlo así. El chico se alejó, rechazando su tacto.

—Christopher.

—Mamá, basta.

El menor retrocedió hasta que su espada tocó la pared.

—Déjame solo, sólo quiero estar solo, ¿está bien?

—Cariño, eso no...

—¡Sabes que no puedo evitarlo! Sabes que es imposible, para mí, no pensar en esto. Mamá, ¿no vez que todo es mi culpa? Maldición, es que no puedo seguir viviendo así. Ya no puedo, mamá.

La señora Bang frunció el ceño, estaba angustiada. Hasta ese momento, su hijo nunca había explotado, siempre se hundía más, pero ahora lucía frustrado, enojado consigo mismo—. Chris... ¿Y, qué hay de Seungmin? No puedes dejarlo, ni a mí, cielo.

—Eso no tiene sentido, mamá. Soy un idiota, ¿cómo puedo estar con él después de haberle hecho eso? —la madre del chico iba a interrumpirle, pero los ojos de este comenzaron a inundarse en lágrimas, todo estaba yendo mal—. Yo la maté, fue mi culpa. No lo entiendes, no puedo seguir haciendo esto como si nada hubiera pasado. ¡Es mi culpa que Seungmin ya no pueda estar con su mamá! ¡Es mi culpa que él haya vivido todos estos años sin, sin, sin... ¡Es mi culpa!

Esa mañana era brillante y soleada, ese día había empezado bien, sí, y Seungmin estaba apunto de desayunar cuando una idea se le cruzó por la mente. En ese momento pensó que era una muy buena idea. Iría a desayunar con Christopher.

Luego de una ducha rápida, cambió su pijama por unos jeans y uno de sus típicos hoodies, con un color azul profundo esta vez. Acomodó su cabello frente al espejo, aún no se acostumbraba a su tinte, aunque ya hacía bastante tiempo que lo tenía.

Sonrió a su reflejo, hoy sería un buen día, estaba seguro.

Se encaminó a la casa de al lado a paso alegre, y se detuvo antes de golpear la puerta. Sería mejor si lo sorprendía, así que se dirigió a la puerta corrediza trasera, la cual él sabía que siempre permanecía sin seguro durante el día.

—Hola plantitas, ¿cómo están hoy día? Lucen hermosas como siempre —habló Seungmin al jardín en el patio de los Bang, antes de adentrarse a la casa.

No vio a la mamá de su novio y no había nadie en el comedor, pero le restó importancia y se dirigió al segundo piso, rumbo a la habitación del mayor. Escuchaba ruidos en la planta de arriba.

—Chris... ¿Y, y qué hay de Seungmin? No puedes dejarlo, ni a mí, cielo —eso parecía ser la voz de la mamá de Chan. ¿Estaban hablando de él? ¿Qué había ocurrido? ¿Christopher no podía dejarlos? ¿Se iría a alguna parte? Esa situación le intrigaba demasiado, pero no podía entrar a la habitación, así que permaneció en el pasillo, escuchando la conversación.

—Eso no tiene sentido mamá —ese era el mayor—. Soy un idiota, ¿cómo puedo estar con él después de haberle hecho eso? —¿Haberle hecho eso? ¿A él? Christopher no le había hecho nada malo, no entendía qué pasaba—. Yo la maté, fue mi culpa. No lo entiendes, no puedo seguir haciendo esto como si nada hubiera pasado. ¡Es mi culpa que Seungmin ya no pueda estar con su mamá! ¡Es mi culpa que él haya vivido todos estos años sin, sin, sin... ¡Es mi culpa!

Kim tenía los ojos más que abiertos. No podía creer esas palabras, ¿verdad? Chan no estaba hablando en serio, todo era mentira, ¿cierto? Nada de eso podía ser verdad. Su mamá había muerto en un asalto.

—No fue tu culpa, cielo. Fue un accidente.

— ¡Yo fui el estúpido que cruzó esa calle! ¡A mí me tenían que haber atropellado, no a ella!

¿Un atropello? ¿Eso era lo que había pasado? ¿Christopher pensaba que era su culpa?

Había tantas preguntas en su cabeza que sentía que daba vueltas. Escuchaba los gritos de su vecino a sus espaldas, sólo gritos de No quiero seguir así y Seungmin no se merece esto de parte del mayor. Todo estaba mal.

Salió de esa casa, necesitaba estar solo para procesar todo eso.

3/5

¡Gracias por leer! <3