~Outer Banks imagines~

"La chica de Barry" (Rafe Cameron) pt.2

Luego de que Rafe me detuviera a metros de la cafetería para convencerme de vivir con su familia, nos dirigimos a su casa. El camino fue silencioso.
Él solo manejaba y de vez en cuando me veía, lo cual me ponía nerviosa.
Finalmente llegamos a una hermosa y enorme mansión.

"– Wow, es una casa realmente hermosa."- dije asombrada.
"–Oh, esta vieja casa?" - no le dió importancia, sonando divertido.
Golpeé suavemente mi hombro con el suyo.

"–Solo me quedaré aquí por una noche como máximo, luego ya no seré tu problema; lo prometo."- lo miré a los ojos.
"–Oye, puedes quedarte todo el tiempo que necesites, de acuerdo?"-

Asentí intentando ocultar mi sonrisa.
Me llevó al segundo piso, a la habitación de huéspedes. Era enorme y muy hermosa.

"–Bueno... aquí es donde dormirás- oh! Y algo de la ropa que ya no le cabe a Sarah está dentro del closet por si necesitas; todos los artículos de baño ya están en su lugar también."- sonrió
"–Rafe, esto es..."- dije quedándome sin palabras. "–Espera, ¿quién es Sarah?"- pregunté con curiosidad.

"–Wow, no puedo creer que mi propio hermano no me haya presentado como es debido"- Una chica rubia muy bonita pasó a la habitación, tendiéndome la mano.
"–Sarah Cameron; la hermana menor de este tarado de aquí."- sonrió. Rafe volteó los ojos.
"– Es un placer conocerte Sarah, y gracias por la ropa extra; lo aprecio mucho."- le devolví la sonrisa, estrechando su mano.
"–Ya sabes chica, lo que quieras cuando quieras. Mi casa, es tu casa".- reímos. Luego me besó la mejilla y se fue de la habitación.
"–Tu hermana es muy agradable"- me volví a Rafe.
"–Extraño, porque no lo es".- Se burló. "–Bien bueno, te dejaré para que te acomodes y eso; y luego quizás podríamos ver una película o algo- digo... si tú quieres"- se rascó la nuca.
"–Claro, ¿por qué no? Me encantaría ver una película contigo, Rafe."- reí levemente.
"– Bien... te dejo entonces."- dijo caminando fuera de la habitación.

Me dirigí al baño y me despojé de mi ropa.
Al entrar, dejé que el agua caliente me quemara la piel; me llevó a un estado mental tranquilo, como si el vapor que salía de ella estuviera limpiando mi cerebro. Estuve allí largo rato.
Una vez que salí, me sequé y caminé al closet envuelta en una toalla.
Gracias a dios, Sarah y yo compartimos gustos similares al menos en la ropa por lo que veo.
Me decidí por unos joggings negros y un top blanco simple que me dejaba el abdomen a la vista. Me puse un par de vans blancas, sequé mi cabello y lo dejé al natural.
Cuando estuve lista, bajé las escaleras y fui a la sala de estar para ver a Rafe.

"–Hey"- dije saludando con la mano.
"–Oh! Uh- hola" - respondió nervioso. "–Lista para la película?"- preguntó; asentí y tomé asiento junto a él en el sofá.

Nos decidimos a ver Aladdin, no pregunten por qué.
A pocos minutos de comenzar la película, una ola de confianza random me invadió y estiré las piernas para recargar la cabeza en el hombro de Rafe. Él se tensó; inmediatamente me sentí avergonzada, así que quité la cabeza de su hombro, pero él se acomodó y con delicadeza apoyó la suya en mi regazo. Le sonreí pero no podía verme. Acariciaba su cabello mientras veíamos la película.
Cuando terminó, se levantó para irse, pero lo tomé de la muñeca con suavidad, atrapando su atención.

"–Gracias por dejarme quedar aquí y por, tu sabes... todo, Rafe".- dije sonriendo. "–No te haces una idea de lo mucho que necesitaba alejarme de allí, de él..."-
Volteó hacia mí y tomó mis manos en las suyas.
"–No hay problema, me alegra mucho poder ayudarte, linda."-

Antes de siquiera poder comprender y procesar todo lo que estaba pasando, me di cuenta de que nuestros rostros estaban a centímetros de distancia. Podía sentir su caliente y mentolado aliento cerca de mis labios, nuestras narices se rozaban con ternura. No pude aguantar más, y finalmente acorté la poca distancia que nos separaba, uniendo sus labios con los míos.
Su mano derecha acariciaba mi mejilla, mientras la otra hacía lo mismo con el medio de mi espalda.
Coloqué mis brazos alrededor de su cuello, abrazándolo sin cortar el beso, intensificándolo.
Jamás me había sentido de esta manera besando a Barry.
Nunca había sentido mariposas volar a mi alrededor o en mi estómago cosquilleando; y nunca jamás fui realmente feliz. Pero ahora me sentía así.
Con Rafe todo es diferente; sé que lo conozco hace dos días o menos, pero siento que es como una droga para mi y me estoy convirtiendo en una adicta.
Moriría por él, mataría por él.