Qiao Qian quería ver a Xu Bei y por eso le pidió con insistencia que quedasen. Sospechaba que alguna parte del cerebro de Xu Bei había recibido algún daño que se había pasado por alto. Xu Bei dudó y no aceptó de inmediato, sino que se limitó a decir que podría volver a ponerse en contacto con él durante el Año Nuevo chino.
Tras colgar el teléfono, se tumbó en la cama, fijando su mirada en las luces, perdido en sus pensamientos. El Año Nuevo chino estaba a la vuelta de la esquina.
Xu Bei pensó en lo que haría en el tiempo previo a Año Nuevo. Al final, se quedó con la mirada perdida y no se le ocurrió nada. Se suponía que el tercer día de cada Año Nuevo, comería junto a Qiao Qian y Ye Minmin."Ha llegado fin de año otra vez..." Se sentó y trató de servirse un vaso de agua, pero sintió que un manto de oscuridad se derramaba sobre sus ojos justo cuando empezó a sentarse, cerró los ojos e intentó recuperarse durante un largo rato, sólo abrió lentamente los ojos cuando sintió que el mareo se le pasaba.
En cuanto abrió los ojos, se encontró con otro par de ojos, estaban demasiado cerca y no tenía ninguna preparación mental. Xu Bei se quedó sentado mirando esos ojos durante un buen rato, grabando la imagen claramente en su mente. Lang Jiu le miró con el rostro cubierto de preocupación.
"Me asustaré de ti si no caigo enfermo y muero primero", suspiró Xu Bei, y apartó a Lang Jiu, "Ve y sírvele un vaso de agua a tu padre, sabes servir agua, ¿no?".
Lang Jiu se tomó un momento, y luego procedió a darse la vuelta y caminar hacia el baño. Cuando Xu Bei reaccionó, ya había empujado la puerta y entrado.
"Dios, ¿por qué leches vas...?" Xu Bei se quedó sin fuerzas para gritar y se desplomó sobre la cama: "¿Quieres que tu padre beba agua del grifo...? El agua del grifo no es potable... a saber todo lo que tiene, beberla te joderá el puto tracto urinario".
Lang Jiu salió rápidamente, sosteniendo el vaso que se usaba para lavarse los dientes que se guardaba en el baño. Efectivamente, estaba lleno de agua. No se lo pensó dos veces, simplemente echó agua del grifo.
"Vale, déjame enseñarte", Xu Bei se tumbó boca abajo en la cama y agitó débilmente las manos, "Ese vaso no vale. Tírala..."
Lang Jiu fue realmente muy obediente. La voz de Xu Bei aún no había terminado de salir de sus labios cuando ya había maniobrado con su mano y tirado el agua del vaso sobre el suelo.
Xu Bei se quedó con la boca abierta, este sería el momento en el que le gritaría, pero no estaba de humor para regañarlo, suspiró y utilizó su dedo para señalar el termo que estaba sobre la mesa: "La botella que está sobre la mesa, ¿la ves?, úsala".
"Ajá". Lang Jiu puso el vaso de enjuagarse sobre la mesa, cogió el termo y lo miró durante un rato sin moverse.
"¿Qué pasa? No puedes abrirlo... Agarra la tapa y presiona..." Una vez más su frase no pudo ser pronunciada hasta el final. En el momento en que la palabra "presiona" se dijo en voz alta, Xu Bei escuchó un triste ruido de crack proveniente del termo, luego miró a Lang Jiu verter suavemente el agua del termo. Xu Bei dudó un poco y luego terminó de decir el resto de la frase: "... hacia abajo".
"¿Abajo?" Lang Jiu giró la cabeza, repitiendo con una mirada desconcertada.
"¡Solo había que presionar hacia abajo!" Xu Bei miró el cuello de botella que fue roto sin esfuerzo por Lang Jiu y comenzó a pensar que su vida de aquí en adelante sería muy dura. Se metió en la cama: "Hijo, nos va a salir muy cara la habitación de este hotel..."
A Lang Jiu no le importó nada de lo que dijo y le entregó la taza: "Agua".
"Esto no es agua... es el dinero de tu padre yéndose por el desagüe..." Xu Bei aceptó la taza ofrecida, bebió un sorbo y el agua caliente le calentó hasta el estómago. Se sintió un poco mejor, pero su cerebro seguía terriblemente mareado. Dejó la taza en la mesita de noche: "Ven aquí".