Nueva vida

542 15 4
                                    

Todo estaba listo, los padrinos estaban en sus posiciones, las damas de honor ayudando. Dan creía que estaba soñando, que tal vez esos últimos tres meses planeando la boda solo fuesen un sueño, y que al despertarse se encontraría nuevamente solo en su frió departamento y vería a Sakura con Andrew.

La música comenzó a sonar.

Las damas de honor, Rebeca, Brenda y Olivia aparecieron acompañadas por Andy, Criss y Dimitri respectivamente.

Bien, no estaba soñando.

La música cambio nuevamente.

Sakura entró acompañada por Sebastian, y él se obligó a respirar, estaba hermosa, sonrojada, con el cabello suelto que le llegaba hasta la cintura y solamente un poco ondulado haciendo que su rostro estuviese bellamente enmarcado por el, su vestido se ajustaba a ella, haciéndola ver tan apetecible, parecía un vestido del siglo XVII blanco. Ella era perfecta.

Llegaron a la altura y él fue por su novia. Pareció que Sebastián no la iría a soltar, y cuando se la entregó en la mano frunció levemente el ceño pero en seguida se recompuso. Subió el velo de Sakura que le caía delicadamente por el rostro y besó su mejilla.

Todos tomaron asiento.

Luego del año y medio infernal en el extranjero, arreglando miles de cosas había regresado para ver al ser más importante en la vida, por la única que se levantaba cada mañana esperando el día en que se volverían a ver. Pero se había encontrado que ella ya no estaba donde le había dejado, no sabia con quien ni como comunicarse para saber su paradero. La iba a encontrar, de eso estaba seguro, porque la amaba. Porque ella era su vida, y él la suya…

Ese día había llegado.

La recepción había estado encantadora. Todos la estaban disfrutando. Miró nuevamente a Sakura, que se encontraba bailando con sus amigas alegre y seductoramente. Los hombres les aullaban, sabía que tenía que reunirse con ellos, para poder completar ese baile. Pero le gustaba mirarla bailar de esa manera.

Se levantó y se acercó a la pista de música. Hubo gritos y risas mientras Dan se acercaba a Sakura y la tomaba fuerte y posesivamente, ella se ponía completamente roja, pero en definitiva no era por vergüenza, casi podía oler lo excitada que se encontraba.

Mientras continuaban bailando alguien abrió la puerta. Él se aproximo también a la pista de baile, y en cuanto Sebastian lo vio se levantó inmediatamente de la mesa y se aproximó a la pista de baile.

¿Por qué estaba ahí?

Andy lo vio y dejó de bailar con Rebeca, que inmediatamente le siguió a paso apresurado de donde se encontraba la feliz pareja bailando.

Dan tomaba a Sakura de la cintura mientras ella estaba bailando de espaldas a él, le gustaba tocar su cintura, sus piernas, todo de ella. Dios, quería que fuera ya de noche y tenerla por completo para él.

Alguien le tocó el hombro y el giró.

–  ¿Podría bailar con la señora Wyndham?

Sakura volteo sonriendo aun. Se le borró la sonrisa cuando Dan la entregaba a un hombre sumamente familiar. La música seguía siendo estruendosa, y el modo en que comenzaron a bailar era mas para una música lenta. A Sakura le pareció que ese baile era demasiado intimo.

–  Por fin te vuelvo a ver – esa voz no era nada familiar y podría haber jurado haber visto ese rostro en alguna foto. – que felicidad que hallas encontrado a alguien que te ame. – Sakura giró su rostro un poco, para notar que todos sus amigos les miraban detalladamente, como si esperaran algún tipo de reacción de su parte.- me enteré de tu accidente. Y de tu falta total de memoria.

Amor odio o paranoiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora