Mmmmm problemas

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Se que no tengo perdon... que he abandonado la historia... pero han pasado muchisimas cosas que salieron de mi control y que me han agotado emocionalmente... me han desanimado y me quitaron la ganas de escribir por un tiempo... pero estoy de regreso esperando a que todas la personas que me han seguido hasta ahora lo sigan haciendo... GRACIAS por su comprencion de verdad que si y espero que lean mis capitulos (este y los proximos) pues tratare de ponerme al corriente y redimir mi falta!

SALUDOS

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Estar en México era caluroso. Le gustaba estar en la piscina y pasarse ahí su tiempo mientras Dan arreglaba asuntos de su empresa. Ella había estado leyendo algo acerca de eso. Pero no podía ayudar mucho con su mínimo conocimiento sobre el tema. Aunque Dan le dejaba participar en la toma de decisiones.

    Se había enterado por Dan que había despedido a varios abogados y gente importante de la empresa, las razones que le había dado habían sido su falta de inteligencia y que ya no eran necesarios. Ella sabía que había algo más detrás de esos despidos, pero lo dejó por la paz.

    Había sido un día largo. No había visto a Dan desde el desayuno, y lo extrañaba. Tomó la toalla y se envolvió con ella. Tenía suficiente de agua por el momento.

    Se detuvo un instante y vio su vientre. Aun no parecía estar embarazada, su abdomen se veía igual de plano. No podía esperar a verse en el espejo con una enorme barriga que acariciar.

–  ¿Qué habrá de comer?

   Dan regresó algo tarde, aun no era noche, pero era tarde. Se aflojó un poco la corbata y fue al refrigerador. Necesitaba una cerveza. Había sido divertido ver la expresión de esos idiotas cuando les dijo que no eran necesarios. Haberles bajado la autoestima fue agradable.

   Pero como consecuencia había tenido que otros siete elementos importantes lo siguieran. Tampoco eran necesarios, en cinco horas había contratado a personas de confianza que conocía de hace mucho tiempo. Había hablado con Miguel y le había dado el número de 3 personas que seguramente serian útiles.

   Y como resultado ahora tenía trece personas aptas para los puestos que habían dejado, mucho más inteligentes y con muchos más contactos. Miguel era un buen aliado. Había hecho que las personas que habían insultado a Sakura y a él tardaran un poco más en conseguir empleo. Pero se las arreglarían, diez años sin alguien que los apoye para entrar a alguna firma no sería demasiado tiempo.

   Sí, Miguel era un buen aliado.

   El grito desesperado de Sakura le hizo paralizarse y que de la nada una descarga de adrenalina llegara por su cuerpo, no había tardado nada en subir las escaleras y entrar a la habitación.

   Se encontró con una Sakura despeinada, asustada hasta el punto del colapso, con una de sus manos llena de sangre. En un vistazo de un segundo no supo de donde provenía tanta sangre. Se acercó a ella y vio que entre sus piernas y sobre toda la sábanas blancas manchadas de color rojo.

–  Dan, necesito un doctor.

   Subió a Sakura a la camioneta, abrochó el cinturón, y estuvo consciente de que había pasado por tres altos y que seguramente algún policía los estaría persiguiendo. Pero él estaba demasiado nervioso para eso. Ya pagaría las multas que tuviese que pagar en otro momento.

–  ¡Necesito un medico ahora!

   El personal en seguida los atendió. Y el doctor le dio a Dan la noticia a solas.

   Al entrar a la habitación en donde habían colocado a Sakura, se dio cuenta que ella estaba en posición fetal y con sus manos en su vientre. Presintiendo lo que había ocurrido.

Amor odio o paranoiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora