12.- Enamorarse da miedo

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Yangyang lucía muy profesional a los ojos de Renjun, sostenía la cinta métrica y anotaba medidas en una pequeña libreta, se notaba tan concentrado y feliz de hacer lo que le gustaba. Renjun no podía dejar de verlo de reojo mientras levantaba los brazos y se sentía expuesto.

—¿Esto para qué es? —preguntó Renjun con curiosidad.

—Hay una marca, "Fear Of God", me contrataron para sacar una línea de hoddies, gorros y playeras, quiero entregarles un modelo cuanto antes, me gradúo en menos de un mes, quiero salir con un trabajo. —Yangyang sonrió.

Renjun se sintió un poco triste, él lo único que estaba haciendo era holgazanear, tenía que haber terminado su pintura desde hace un tiempo, lo malo es que no encontraba un momento que fuera retratable. Le encantaba perder el tiempo saliendo con Yangyang, ojalá poder pintar los momento con Yangyang fuera considerados... Arte.

Renjun levantó la ceja, oh, estaba seguro de lo que quería hacer.

—¿Tú tienes pensado en qué quieres hacer después de la graduación? ¿En dónde te gustaría trabajar? —preguntó Yangyang.

—Siempre he querido dar clases, de hecho...—Renjun se rio. —Quería ser como Ten.

Yangyang soltó una risita, Renjun era como la mezcla de sus hermanos, tenía la estatura y talento de Ten, pero también era vibra dominante que puede manipular a todos con una sonrisa como Sicheng, quizá por eso Yangyang debía admitir que tenía Brother Issues y por eso le gustaba Renjun.

—Supongo que lo lograrás. Si quieres puedes preguntarle a Ten, pienso que él podría ayudarte. —Yangyang le sonrió.

—Agradecería eso. —Renjun sonrió.

Yangyang dejó de tomar medidas y luego se volteó. Sacó de una sudadera de sus closets y se la mostró a Renjun.

—¿Puedes probártela? —cuestionó Yangyang. —Si te queda te la regalo, es mi primera prueba, tengo otra igual en mi closet.

Renjun la tomó entre sus manos y se la puso, era un hoddie blanco con letras en color azul, le quedaba un poco grande, pero aun así se veía lindo, ¿Debía decirle a Yangyang que quería quedárselo?

—Creo que está bien. —Renjun habló.

—Entonces quédatela. —Yangyang le sonrió.

Renjun ni siquiera quiso quitársela. Simplemente la lució mientras Yangyang sonreía, le gustaba estar con él, hablar de cosas y que el chico tomara sus medidas y lo convirtiera en modelo, Renjun no era el estereotipo de cuerpo bonito, pero la forma en la que Yangyang lo veía lo hacía pensar en lo hermoso que se sentía.

—Ya llegué. —Ten entró a la sala y vio como Yangs le tomaba las medidas a Renjun. —Ya es un poco tarde, pensé que ya no estarías aquí. —Observó a Renjun.

—Lo invité a ver películas y a dormir aquí. —Yangyang le explicó a su hermano mayor.

—¿En martes? —Ten se rio. —Bueno, ¿Hicieron algo de la tarea que encargué?

Ni Yangyang ni Renjun respondieron. Ten vio que en el estudio donde estaban, había dos dibujos y dos lienzo que tenían pintado el fondo, estaban esperando a que secara, Ten se acercó a los bocetos y los observó.

—No veas eso. —Yangyang se avergonzó.

—Son buenos. —Ten murmuró. —Hablaron sobre lo que sentían mientras lo hicieron, ¿le mostraron su dibujo al otro y pidieron consejos cuando terminó la actividad?

Renjun se acercó a Ten y observó los dos dibujos que habían hecho.

—Sí.

—¿Y cómo se sintieron? —cuestionó Ten.

El arte es un camino (YangRen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora