Capítulo 35 - Defensiva

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Mellea.

—¿Volvemos a tener el mismo resultado? —preguntó, tocando con delicadeza el mechón final de mi trenza.

—Sí, hemos revisado los informes una y otra vez en los últimos días Lea. Alessa nos proporcionó resultados calculados con diferentes fórmulas, pero la pérdida sigue siendo del 5% en el último mes en el club.

Para muchos, una disminución del 5% en la mercancía durante 30 días sería considerada insignificante, pero para mí significa mucho más. Esta situación me alerta de que algo no está bien, ni con la empresa ni con el club. Sin embargo, me siento perdida y sin saber qué más puedo hacer, especialmente después de las últimas palabras del asesor.

—Su empresa está siendo investigada por agentes internacionales —informa el asesor—. Además, sus porcentajes han disminuido legalmente.

—¿Qué debo hacer en esta situación? —pregunto, sintiendo un nudo en el estómago.

—Por el momento, señorita Mancini, le recomiendo que no utilice sus otros recursos mientras esté bajo investigación —se ajusta la corbata—. De hecho, le sugiero que comience a trasladar sus activos a otro lugar para evitar que se utilicen en su contra, tanto a usted como a sus socios.

—¿Y qué hay de los empleados? ¿Han encontrado algo? —inquiero con preocupación.

—Nada, todos están limpios.

Oliver toma su café y me ofrece uno, pero lo rechazo de inmediato. Desde ayer, tengo una sensación de asco hacia ciertas cosas, así que intento evitar consumirlas.

—Señorita Mellea, creo que es hora de investigar más a fondo... —responde Oliver.

—No, Oliver —respondo rápidamente, sacudiendo la cabeza—. No podemos hacer eso a mis personas de confianza. Nunca he dudado de ellos y no pienso hacerlo ahora.

—Todo sería más fácil si comenzáramos por Biagio Cicchi —interviene Bonnie con fastidio.

—Vamos a volver a ese mismo tema, Bonnie —suspiro cansada—. Ya te expliqué que él no puede ser el responsable. No tiene acceso a mi información personal, y mucho menos a la laboral, como para entrometerse de esa manera. Simplemente no tiene sentido.

—Piénsalo de nuevo, Lea. Todo empezó a descontrolarse desde que él apareció en tu vida. Nunca habías tenido problemas con tus cosas, pero resulta que sales con él y ¡boom!, todo empieza a salir mal.

—Entonces explícame por qué no ocurrió desde un principio, ¿por qué de pronto ocurre recientemente en las últimas semanas? —defiendo mi postura—. ¿No crees que si fuera él, las cosas habrían sucedido desde un inicio?

—Aunque te lo diga, no vas a aceptarlo Lea, porque te gusta —bufa Bonnie—. Pero está bien, si quieres cegarte lo respeto, no diré más al respecto.

Se podía percibir la ira de Bonnie hacia Biagio a kilómetros de distancia. Realmente quería entenderla, ya que era mi guardia de años y la apreciaba, pero no lograba encontrar lógica en lo que planteaba. Aunque, claro, Biagio había sido mi enemigo desde el principio, por lo que quizás tendría sentido que actuara desde entonces.

—Seguiremos buscando información y alternativas —dice Oliver con tranquilidad para calmar los ánimos—. No se preocupe, señorita Mellea, encontraremos una solución a esto.

Bonnie aprieta los dientes y guarda silencio, pero yo tenía mucho más que decir.

El repentino estruendo de la puerta al abrirse nos desconcentra a todos, y al mirar hacia la entrada, veo al patriarca Mancini con el rostro enrojecido de ira. Se planta con los brazos cruzados en la entrada y no pude evitar rodar los ojos ante su falta de educación.

Linaje LetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora