Capítulo 6 - Estrategias y ¿Regalos?

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Mellea.

Observo por la ventana el paisaje donde me recibe de vuelta mi territorio.

Estamos a nada de llegar al castillo, los próximos dos días después que se fueron los Cicchi, mi hermana y yo pudimos pasar juntas las vacaciones como en los viejos tiempos.

Fuimos de turismo, compramos ropa, nos arreglamos las uñas, visitamos lugares y restaurantes turísticos, la verdad por un momento se me olvido todo el revuelto que había estado pasando últimamente.

Con el regreso de mi puesto, los cargamentos y los Cicchi involucrados en nuestra vida era como demasiado.

La ventaja para mi es que Alessa seguía de muy buen humor a pesar de que ya no había visto a Flavio, su carita seguía igual de iluminada que cuando se encontraron.

Volteo al frente observando a Oliver y Bonnie que venían extrañamente callados desde en la mañana, no sé si había pasado algo en las últimas horas que no me hayan dicho, no era un comportamiento usual de ellos.

A la hora de la entrada al castillo nadie nos recibe. .

Una vez que bajamos me doy cuenta que todo nuestro servicio doméstico esta de un lado a otro, organizando decoraciones, limpiando y preparando comida.

¿Qué carajos?

Nadie parece con intención de explicarme, ni siquiera Oliver y Bonnie que miran neutros sin sorprenderse.

Alessa y yo nos miramos al mismo tiempo, cuando vemos a lo lejos a mi padre con el tío Carlo y lastimosamente no parece que tuvieran buena cara.

«No puedo tomarme ni unos días de vacaciones para que pase alguna tontada.»

—Alessa estate en la habitación no salgas hasta que yo, Oliver o Bonnie vayamos por ti ¿de acuerdo?

—Si hermana —hablamos a uno de los empleados que ayudan con la maleta a Alessa y se van juntos a su habitación.

Aprieto mi pantalón con fuerza, inhalo y exhalo varias veces antes de ir a donde está mi padre.

El tío Carlo le recrimina algo a mi padre cuando me acerco.

—¿Que está pasando? —pregunto metiéndome en la conversación, mi tío me sonríe cuando me ve, pero no de forma alegre si no como de inquietud.

Mi padre ni se inmuta cuando me ve.

—Mellea que bueno que ya están aquí —habla mi tío— ¿qué tal el viaje?

—Bien —contestó con una pequeña sonrisa— alguien me puede explicar ¿qué esta pasando?

Mi padre y tío se miran.

El tío Carlo me pone una mano en el hombro viéndome fijamente.

—La Yakuza vendrá de visita y queremos que todo esté perfecto —me tranquiliza.

—Eso lo entiendo —miró con desafío a mi padre— lo que no es porque se miran como si hubiera pasado algo malo —mi padre hace un gesto que comprendo— oh no es solo eso ¿verdad? Algo más paso, te conozco tanto que estoy segura que hiciste algo.

—Lea... —dice mi tío

—No tío, se supone que soy la Sottocapo. Y por más que aquí Lorenzo me quiera mantener al margen de los sucesos ambos sabemos que no debe. Así que exijo una explicación.

Mi padre rueda los ojos.

—A mi oficina —nos ordena.

Mi padre se adelanta en caminar encontrándose con Michael que le susurra no se qué.

Linaje LetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora