Capítulo 17 - Familia Cicchi.

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Biagio.

En mi familia, siempre nos hemos distinguido por nuestra implacable frialdad, sin ceder ante ningún enemigo.

Desde que tengo memoria, Franco me ha instruido en la seriedad y el cálculo, moldé fácilmente mi personalidad a su imagen y semejanza. Desde entonces, las cosas buenas de la vida dejaron de ser juguetes como muñecos, pelotas y carritos, para convertirse en armas, muertes y dinero a mis ojos.

Desde niño, me enseñaron que es mejor usar la cabeza que dejarse llevar por el corazón. Que todos los sentimientos son meros mandos de nuestra mente, solo es cuestión de saber controlarlos y con el tiempo se vuelve tan natural como empuñar un arma, así lo experimenté.

Por ende, no siento interés por nadie fuera de mi familia o que no sea yo mismo.

No hay lugar para las mujeres en un mundo desprovisto de emociones, las mismas que se marchitaron con la muerte de Celestine, la única mujer a quien amé.

Mi teléfono interrumpe mi contemplación del retrato de ella en el escritorio.

Lo cojo y presiono el botón verde, mientras abro el cajón a mi lado. —¿Qué sucede?

—Jefe, el trabajo ya está completado —informa Levin.

—¿Dejaron la nota?

—Todo ha quedado según sus instrucciones, no hubo contratiempos.

Oculto el marco en lo profundo del cajón donde lo guardaba.

—Muy bien, espero el informe en menos de 12 horas.

—Entendido, jefe.

Cuelgo con calma, tomo un largo trago de mi vaso rebosante de ron.

Con esto, tengo el paso libre a través de la aduana de Estados Unidos, nuevas rutas, más personal y mi plan progresando como debe ser.

Alguien llama a la puerta y asoma la cabeza Milo.

—Jefe —anuncia, sosteniendo una carpeta—, aquí tiene toda la información que solicitó.

Le hago un gesto para que entre y me la entregue.

—Espero que tu fuente de información mantenga la discreción —le advierto mientras recibo la carpeta.

—No se preocupe, nadie sabe ni sabrá nada al respecto.

—Bien.

—¿Algo más que necesite, jefe?

—En una hora salimos, alista todo.

Él asiente y se va, cerrando la puerta tras de sí.

Miro mi reloj; aún es temprano. Como ya no tengo pendientes por hoy, rondaré por los negocios de la familia. Es bueno estar al tanto de lo que hacen y cómo van; nunca está de más.

Pero primero, lo que importa. Abro la carpeta roja y lo primero que veo es una página llena de información y una foto.

En la imagen, ella no está de frente ni se ve con claridad. Está distorsionada y solo se nota la mitad de su cara, pero su cuerpo luce impresionante con ese conjunto de dos piezas en color marrón. El pantalón le remarca ese maldito culo espectacular que me tiene saciada.

Empiezo a excitarme solo de verla, pero trato de dejar eso de lado y me concentro en lo que necesito saber.

Nombre: Mellea Mancini. 
Edad: 23 
Nacionalidad: Italiana. 
Mafia: Italiana (La Mia Vita) 
Puesto: Sottocapo 
Estado Civil: Soltera. 
Peso: 64 kg 
Altura: 1.60 m 
Lugar de nacimiento: Nápoles, Italia. 
Lugar de residencia: Desconocido. 
Hijos: No. 
Hermanos: Alessandra Mancini, Femenina, 21 años.
Padres: Lorenzo Mancini, Amadea Palmieri. 
Familia Activa: Lorenzo Mancini, Carlo Mancini, Alessandra Mancini, Nicoletta Mancini, Orazia Mancini, Antonella Mancini, Francesca Mancini, Gianna Mancini. 
Guardaespaldas: Oliver Edwards y Bonnie Barnes. 
Empresas: Deslabe Inc., Meat Portal Inc., Bio Strange Inc. 
Clubs: Drunk, Sex-oh, Paradise, Desiderare. 
Países: Islandia, Noruega, Grecia, Suecia, Bosnia; se reconocen otros 10 países desconocidos.

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