Varado [Taekook]

Parte 12

—Entonces, ¿tú eres nuestra única esperanza? —preguntó, viendo al apuesto chico del otro lado del escritorio.

—Jung Hoseok, mucho gusto. —Le extendió la mano y Jin se vio cegado por esa hermosa y gran sonrisa.

—Vaya, jamás imaginé que el detective más temido de toda Corea sería un tipo tan radiante.

—Me lo dicen seguido. —Soltó una linda risa—. Las apariencias engañan. —Jin asintió completamente de acuerdo—. Aunque, bueno, en tu caso, Namjoon siempre habla de lo bello que eres por dentro y por fuera. —Jin sonrió y Namjoon se sonrojó.

—Hobi, no empieces —reprendió, mirándolo con el ceño fruncido.

—Solo digo lo que tú dices. —Namjoon le dio un codazo y Jin rio.

—Veo que Nam no mentía cuando me dijo que eran amigos.

—Dejamos de frecuentarnos cuando salimos de la universidad, pero siempre lo he considerado un buen amigo. —Namjoon sonrió.

—Gracias por tomarte el tiempo de escucharnos, sé que estás muy ocupado.

—No agradezcas, Nam —respondió en un tono amable—. Entonces... — Tomó una carpeta, cambiando su semblante a uno más serio—. Jeon Jungkook, ¿eh? —dijo mientras leía el expediente.

—¿Qué opinas?

—Lo puedo encontrar —aseguró—. Sin embargo, tengo que advertirles que, probablemente, lo que encuentre no les va a gustar.

—¿Qué quieres decir?

—Jeon Jungkook puede ya no estar vivo en estos momentos. —A ambos se les oprimió el corazón—. Ese es el tipo de escenarios a los que se atienen. Por lo que sé, los invitados que iban en ese barco no son personas normales, son poderosas, con dinero y contactos. Eso significa peligro.

—No importa —habló Jin, aguantando las lágrimas—. Me importa un carajo con quién nos metamos, lo que tengamos que hacer o si solo encontramos su cuerpo. Encuéntralo... Por favor. —Namjoon tomó la mano de su novio y asintió.

—Hobi, entiendo lo que quieres decir, pero, aunque sea el peor escenario, lo queremos de regreso, por favor. —Las lágrimas ya resbalaban por las mejillas de ambos chicos.

Jung Hoseok se levantó y les extendió la mano.

—Considérenlo hecho.

Jin y Namjoon salieron con el corazón destrozado. Jamás habían pensado que Jungkook, su Jungkook, podría estar muerto, lo veían imposible, o al menos así era hasta antes de esa plática. Ahora que esa incertidumbre fue plantada en su mente, no podían parar de preguntarse en qué estado se encontraría el menor.

Bueno...

—Estoy muerto —dijo, recostándose en la arena.

—No seas dramático —respondió el híbrido, sentándose a su lado.

—¿Dramático? —Lo miró con cara de indignado—. Me explotas.

—No te exploto, tú eres el que no aguanta nada.

—¡Me hiciste limpiar toda la playa!

—Te hice que me AYUDARAS a limpiar UNA PARTE de la playa.

—Como sea. Estoy cansado.

—Puedes descansar 15 minutos, luego seguiremos con la otra parte.

—¡¿Hay más?! —Taehyung asintió, recostándose.

Jungkook se quedó con la boca abierta. Acababan de sacar kilos de basura de la playa, la llevaron a un lugar en donde Taehyung la recolectaba, que de por sí ya era mucha, y ahora decía que había más. ¿Cómo era posible? ¿De dónde salía tanta? No había humanos ni tiendas cerca, nadie consumía nada de las cosas que encontraban, entonces, ¿por qué estaban ahí?