Varado [Taekook]

Parte 16

—Jungko-

—Voy a nadar un rato —dijo, caminado a la salida.

Una hora después, Taehyung se acercó a la playa donde estaba el castaño.

—¡Jungkook, ya está la comida! —le gritó desde la orilla. El mencionado volteó a su dirección sin salir del agua.

—¡Okay, iré en un rato!

—¡Per-... —Se zambulló, cortando las palabras de Taehyung, quien solo dio un suspiro y regresó al refugio.

La noche cayó y Taehyung seguía esperando a que llegara el humano, cosa que no estaba pasando. Sin embargo, no era la primera vez que algo así sucedía. Desde hace ya unos días, Taehyung notó que Jungkook estaba actuando raro, incluso dejó de dormir a su lado. ¿La razón? No la sabía, pero no podía dejarlo solo allá afuera, conociendo perfectamente cuán frágiles eran en verdad los humanos.

Salió y lo vio acurrucado bajo un árbol junto a las cenizas de una fogata humeando. Lo recogió en sus brazos y lo llevó de regreso al refugio. Lo acostó con delicadeza y lo abrazó al sentir su temperatura un poco fría. Jungkook se removió entre sueños, acurrucándose más contra él. Horas más tarde, empezó a despertar y Taehyung nuevamente se topó con esos bellos ojitos de ciervo que, en cuanto le vieron, se abrieron en sorpresa y se alejaron en menos de un segundo.

—¿Qué pasó? —le preguntó desconcertado.

—Y-yo... E-es... —Sus mejillas comenzaron a teñirse de rosado—. S-solo... ¡Voy a ver si pasa algún barco o algo! —Se levantó, casi tropezándose por hacerlo tan rápido, y salió corriendo.

Taehyung se le quedó mirando y frunció el ceño, preguntándose seriamente qué carajo le pasaba.

Minutos después, Jungkook llegó hasta la playa y se dejó caer sobre la arena. Su corazón latía con rapidez, pero no era exactamente solo por correr.

—Mierda, mierda, mierda —se dijo, agarrándose el cabello. Su mente le repetía la imagen de Taehyung, su rostro somnoliento, su torso desnudo, sus manos en su cintura, su profunda voz—. ¡Es que por qué tiene que ser tan jodidamente atractivo! —Golpeó la arena—. ¿A-atractivo? Claro que n-... Mierda, sí, sí es bastante hermoso, ¡pero yo también lo soy! ¿Por qué yo estoy así por él y él no? ¡Qué injusto! —le gritó a un par de cangrejos que iban pasando.

La verdad es que esta era la primera vez que Jungkook se sentía así de frustrado. Taehyung definitivamente le atraía, ya sería tonto negarlo después de haber estado imaginado cientos de escenarios calientes con él estos últimos días. Sin embargo, a lo que estaba acostumbrado era a ser él el deseado, tener para escoger y que las cosas fueran como y cuando quería.

Pero ahora, por primera vez, la situación no era esa.

«¿Y si solo se lo pido? ¡No!, no, qué mierda, no puedo hacer eso...». Suspiró fastidiado. «No, sí puedo hacer eso, igual solo es sexo, una necesidad completamente normal para un adulto, no hay ningún otro motivo detrás». Asintió para sí mismo. «Pero pedirlo solo así... Ese no es Jungkook... Entonces...».

Se puso de pie.

—Lo tengo. —Sonrió orgulloso—. Si él no viene, solo tengo que hacer que venga. —Y con la motivación a tope, se dio la vuelta y se encaminó de regreso al tigre. 

Dio los primeros pasos con confianza y entonces cayó en cuenta.

«¿Y cómo carajo voy a hacer eso?». Se detuvo.

Jamás había tenido que seducir a nadie, bastaba con esperar a que alguien se le acercara y si le gustaba la apariencia de la persona, follaban y punto. Entonces, Jungkook supuso que la mejor forma de atraer a Taehyung era lucir bien. Ante eso, Jungkook se preguntó cuándo es que se veía mejor y la respuesta pronto le llegó.