Varado [Taekook]

Parte 7

Jungkook sentía como su cuerpo se movía, lo cual le extrañaba porque estaba seguro de que apenas estaba despertando. Abrió los ojos un poco, solo para volver a entrecerrarlos gracias a la intensa luz a su alrededor.

—¿Qué mie-...? ¿Taehyung? —murmuró ronco, percatándose que el mencionado lo llevaba sobre su espalda. Por lo visto, estaban en la isla a plena luz del día.

—Buenos días.

—¿Qué está pasando?

—Necesitas un baño. —Un sonrojo coloreó las mejillas de Jungkook e instintivamente se olfateó a sí mismo.

—¿Y por qué no me despertaste?

—Lo intenté... Varias veces —recalcó lo último, recordando como el castaño parecía casi muerto—. Si te seguía esperando, el sol se irá, y no creo que quieras coger un resfriado, ¿cierto?

Jungkook no refutó y, con un puchero, regresó a acomodarse sobre la espalda del moreno. Acababa de despertar, pero aun así se sentía cansado. Su cuerpo ya estaba recibiendo los estragos del cambio de rutina. Extrañaba su antiguo horario de descanso, su suave cama, sus comidas completas diarias. De verdad le estaba costando acostumbrarse a ya no tener todas sus comodidades.

No obstante, cuando miró el paisaje que lo rodeaba, se dio cuenta de que no todo era tan malo como aparentaba. De día, la isla se lucía, mostrando la diversidad de su flora y fauna. Los olores tampoco eran desagradables, eran frescos y naturales. De alguna manera, el ambiente le brindaba cierta calma.

Respiró profundamente y sus ojos fueron al chico que sostenía sus muslos. Debía aceptar que desde el primer momento que lo cargó, le gustó como se sintió. Le recordó a cuando era un niño y se subía a la espalda de su padre, dejaba los pies al aire, relajaba todos sus músculos y solo disfrutaba.

Pero eso fue cuando era un niño, ahora su cuerpo triplicaba su estatura y peso.

—Taehyung, ¿no estás cansado?

—¿Mmm? ¿Por qué lo dices?

—Bueno, me estás cargando, debo estar pesado.

—Vaya, tienes un lado considerado. —Jungkook rodó los ojos—. No te preocupes, seguramente para un humano normal serías pesado, pero para mí no. —Y su semblante no mentía, realmente demostraba que no estaba haciendo ni el más minino esfuerzo por soportar su peso.

—L-lo dices porque eres...

—¿Un «fenómeno»?

—No lo decía así... —dijo desanimado, escondiéndose en la espalda de Taehyung, mas se sorprendió cuando escuchó una carcajada de su parte—. No seas malo.

—Vamos, déjame molestarte un poco, me lo merezco —comentó con una sonrisa, pero al castaño no le dio gracia—. No te sientas mal, Jungkook, me han llamado cosas peores. —Y a pesar de que lo dijo sonriendo, eso no hizo sentir mejor a Jungkook, de hecho, todo lo contrario—. Sé que soy diferente y eso puede dar miedo, pero si le quieres poner nombre, prefiero el término «híbrido».

—¿Híbrido?

—De tigre. Cambio forma entre uno y otro, pero en cualquier forma, compartimos las mismas capacidades.

—¿Cómo?

—Mmm, por ejemplo, como tigre puedo razonar como humano, y como humano puedo tener la fuerza de un tigre, por eso no tengo problema en cargarte.

—Aún me suena como algo increíble.

—Es normal.

—¿Qué más puedes hacer? ¡Ah! ¿Puedes ver en la oscuridad, cierto?