Capítulo 5.

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°T/N°

Me encontraba en casa pero saldría pronto ya que una celebración muy importante en el pueblo llegaría y es ¡el don de Toñito! Mirabel habló de eso estos últimos días ya que es algo muy importante para los Madrigal e incluso para ella ya que Toñito se irá de su habitación y ahora estará ella sola, es algo triste para ella pues había convivido mucho con él aún así está dispuesta a ayudar en todo.

Caminé hasta estar cerca de casita y ver a Mirabel rodeada de niños los cuales parecían impacientes y eso fue algo que me dio curiosidad así que llegué hasta ellos.

—¡Mirabel! — gritó la abuela Alma — ¿Pero que estas haciendo?

—Eh... Querían oír de la familia y... — respondió ella.

—¡Estaba por decirnos cual es su super increíble don! — interrumpió una niña morena.

—Ay, Mirabel no tiene don hmp — se asomó Dolores por la entrada.

—¿Tu no tienes un don especial? — preguntó con decepción una niña.

—Sip... Eh — nuevamente fue interrumpida por un señor.

—Mirabel, una entrega — habló el señor — te traje el especial por ser la única Madrigal que no tiene un don — lo que decía el señor me pareció muy maleducado.

—Señor con todo respeto, cállese — sonreí forzadamente y recibí un codazo de Mirabel.

—Le llamo nuestro especial no especial ya que... No hubo un don para ti — no dudé y le patee el trasero al señor para que se largara y se fue adolorido — suerte para Antonio — gritó ya un poco lejos.

—Shu niños, Bel y yo tenemos trabajo que hacer — corrí a los niños pero no se fueron — sino se van se los come el coco — al escuchar eso todos se fueron asustados — nunca falla.

—Gracias — me voltee a verla y sonreí.

—No te preocupes, vayamos adentro.

Ambas caminamos adentro y Mirabel caminaba un poco torpe por las personas que estaban dentro y la estaba guiando un poco para que no se cayera al llegar al centro casita estaba haciendo unas escaleras y al final se encontraban Camilo y la Abuela Alma.

—Camilo, necesito otro José — pidió la Abuela Alma al castaño el cual hizo caso — Luisa el piano debe ir arriba.

Luisa pasó corriendo y casi tira a Mirabel pero logré sostenerla y escuchamos un 'cuidado hermana' por parte de Luisa.

—La noche de mi niño debe ser perfecta — la Tía Pepa estaba alterada y formó  un pequeño tornado — y no lo es, los invitados ya van a llegar y nada está listo.

—Pepita, tu tornado se está llevando las flores — el Tío Felix intentaba calmar a su esposa.

—¿Acaso alguien dijo flores? — identifiqué la voz de Isa y bajó en una liana como si fuera un columpio mientras recibía elogios y aplausos.

—Nuestro Ángel, nuestro Ángel — repitió el Tío Felix.

—Basta de aplausos — dijo Isa y al bajar le entregó un ramo de flores a la Tía Pepa.

—Gracias — se limitó a decir.

—Ay no es nada — respondió Isa y lanzó su cabello golpeando a Mirabel en la cara — un consejito entre hermanas, sino te esforzaras tanto no estorbarias siempre.

𝐌𝐢𝐫𝐚𝐛𝐞𝐥 𝐌𝐚𝐝𝐫𝐢𝐠𝐚𝐥 𝐱 𝐅!𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora