CAPITULO 5: ACONTECIMIENTOS RAROS

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"La vida está llena de sorpresas"

Joseph: Hoy... era domingo, por lo que me di el gusto de olvidarme de las alarmas y poder dormir todo lo que quisiera, vaya que lo disfrute, desperté como a las diez de la mañana, que bien se siente descansar sin preocupaciones. Ahora tengo hambre así que iré a comer algo.

Él bajo las escaleras hacia la cocina para tomar un desayuno saludable y balanceado, Nah es broma, Joseph venía con ganas de cosas dulces y sabrosas, lástima que ese sueño se vería frustrado rápidamente. Joseph quedo con cara de póker al llegar a la cocina y ver a Daphne parada frente al refrigerador comiendo como si no hubiera un mañana.

Daphne: - ella voltea a verlo – (con la boca llena) Buenos días

Joseph: (aun sorprendido) Buenos días

Él se acercó al refrigerador y vio que para su mala suerte no quedaba casi nada, para colmo ella seguía comiendo valiéndole un pimiento la situación, si esto seguía así Joseph se vería forzado a saciar su hambre con... cubitos de hielo, que era lo único que la chica no había tocado.

Joseph: ¿Sabes? esa es la comida de toda la semana

Daphne: (indiferente) Lo sé, y casi me la acabo – ella continúa comiendo lo poco que quedaba

Joseph: (suspiro) Tenias hambre por lo que veo, te comiste las cosas crudas y frías, si me hubieras esperado podría haberte preparado algo – ella lo ignora mientras termina con lo último que quedaba

Joseph: Y acababa de ir de compras ayer, ¡Dios! ¡¿en qué me metí?! ¿Qué hago con el apetito de esta chica?, lo peor es que ni tengo permitido reclamar porque ya sabía que ella come demasiado, ni quejarme puedo ya que yo mismo me busque esto al traerla, ahora me aguanto ¿no?

Joseph revisa la alacena y la encontró casi vacía, solo quedaba algo de maní, tuvo que conformarse con eso, en esta situación ni llorar puedes así que él opto por reírse... en voz alta... provocando que Daphne lo viera raro.

Unos minutos después

Joseph: Imagino que ahora sabes que sigue

Daphne: No, ¿qué?

Joseph: Tu y yo tenemos planes

Daphne: Suena romántico

Joseph: No esa clase de planes, nosotros iremos al mercado porque ya no queda comida

Daphne: ¿Está lejos?

Joseph: Depende, si te digo que lo está ¿te vas a reusar a ir?

Daphne: Si

Joseph: Entonces no está lejos

Daphne: Ni quien te crea

OPENING 

Treinta minutos después

Ambos iban caminando por la calle, hacia un dia excelente, él sol brillaba y no había ni una nube en el cielo creando un dia caluroso, de esos que son perfectos para disfrutar un helado, o dos.

Joseph: (caminando) ¿Estas seguras de esto? Todavía puedes arrepentirte

Daphne: (caminando) ¿Por qué lo haría?

Joseph: (viéndola fijamente) No sé, tu dime

Daphne se había cambiado de ropa, ahora llevaba una gruesa sudadera negra con capucha cubriéndole la cabeza, además de llevar un pantalón deportivo del mismo color y unos tenis, también tenía puesto un pasamontañas con orificios para los ojos y la boca pero si creen que ya era demasiados para rematar ella también llevaba unos lentes oscuros, una gorra y una mascarilla, sus manos llevaban guantes y para colmo estaban dentro de sus bolsillos, en resumen no se podía ver ni un solo milímetro de ella.

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