Capítulo 2.

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Rose POV

Cuando conocí a Gabriel Emerson, me sentí la mujer más afortunada, cuando me propuso seguir viéndonos mi dicha creció a un más y cuando me propuso matrimonio fue como ganarse todos los premios de lotería juntos, solamente tendría que pretender ser amable con su hija y todo iría bien; al principio fue fácil, sin embargo dos años después se me ha vuelto insostenible, a pesar de que Gabriel es muy hábil en el sexo ya le he perdido el gusto deseo más sexo, conocer a otros hombres, no obstante no quiero perder la estabilidad económica que me brinda ser la señora Emerson, su hija y su familia pueden irse al mismo infierno, sin embargo debo mantener mi fachada aunque a Grace no la logro convencer después de todo este tiempo.

Mis escapadas fugaces con Simón han sido tentar a mi suerte, ser él el mejor amigo de Gabriel es juego que al principio me éxito pero ya se ha vuelto desabrido, por lo que he tomado una decisión y es aquí donde entra en juego Julia, ella cree que los Mitchel la adoptaron pero no fue así, sólo la llevaron a casa porque yo se los pedí, desde pequeña se me ha dado muy bien el hecho de manipular a las personas y los Mitchel no son la excepción desarrollado, sé que ella tiene un corazón de algodón, lo más idóneo es hacerle creer tengo una enfermedad mortal y para ello tengo al secuaz perfecto, toco su la puerta de su consultorio y pongo ojos de gatita triste. Entro y corroboro que esta sólo para mi suerte, le pongo seguro a la puerta para que nadie nos interrumpa.

-Eres el hombre más sexi y el que me hace llegar más veces que ningún otro- Le digo batiendo mis pestañas.

-¿Ni el gran Gabriel Emerson?- Pregunta con una ceja alzada.

-Ni, él- Le doy un beso en los labios para terminar de convencerlo, sin embargo lo que me provoca es asco.

Corto el momento sin despedirme, salgo del consultorio con expresión triunfadora y con el dictamen que corrobora mi teatro con mi hermana. El siguiente lugar al que tengo que ir es la universidad de Julia. Necesito ponerme al tanto de sus clases como parte de armar mi teatro y para darle a Gabriel información real de horarios y cursos que tomaré, bueno Julia no yo.

Camino por los pasillos de la universidad hasta llegar al área de registro, las personas me miran con extrañeza, se seguro les extraña ver a la pobretona de Julia vestida de esta manera, tendré que hablar con ella también de esto, para mantener el teatro tendrá que aprender a vestir como yo o Gabriel lo descubrirá todo en un abrir y cerrar de ojos.

-Buena tarde- Saludo al hombre que esta en el escritorio.

-Señorita Mitchel, es un gusto tenerla por aquí. ¿En que le puedo ayudar?- Pregunta el hombre, es bueno que me conozca, él debe saber que está estudiando mi hermana, así no hará muchas preguntas

-Vine por mi horario. Podría entregármelo, por favor- Le brindo la más grande de las sonrisas.

-Claro, señorita Mitchel, primero debe hacer el proceso de matrícula- ¡Mierda! No contaba con eso. Esto es bueno y malo en ambos sentidos, si pago con mi tarjeta se enteran que no soy Julia y si lo hago me servirá para la farsa con Gabriel. Aquí tengo que jugar a la distracción.

Una hora después estoy saliendo con la matrícula de Julia y rumbo a su departamento. Entro y coqueteo con el portero para que me abra la puerta del apartamento de mi hermana, ya lo he hecho otras veces así que no se me hace difícil. Le cuento la historia con pruebas y todo a Julia, lloro, le entrego el dictamen, le hago pensar que me preocupa Gabriel y Maia, mi hermana vuelve a caer en mis planes, la dejo con el falso dictamen y los documentos de la matrícula. La próxima semana estaré visitándola para ver los detalles de su papel, tiene que entenderlo y aprender los detalles más básicos de la vida de los Emerson para que esto funcione o mis planes de escape caerán muy rápido, quiero que esto dure al menos hasta que me canse.

La Señora EmersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora