Capítulo 15

113 13 2
                                    

Julia POV

A cuatro meses de haber llegado a Francia todo va tomando su rumbo, cuando la administración del Museo se enteró de mi embarazo no se lo tomaron para nada bien, si embargo, cuando les pedí que me dieran una oportunidad de demostrarles lo capaz que soy, me la brindaron y ahora estoy aquí con el trabajo de mi vida el cual hago con todo el profesionalismo, he trabajado en la coordinación de la restauración muchas obras importantes y ahora estoy con la coordinación de la remodelación de la sección de arte egipcio en conjunto con algunos distinguidos profesionales provenientes de Egipto, ha sido el mejor proyecto en el que he trabajado me ha permitido aprender un poco de egipcio tradicional y egipcio antiguo lo que me permite aumentar mis conocimientos.

- ¡Hola! - Escucho una voz detrás de mi mientras revisaba las remodelaciones. Me volteo y me encuentro con hombre de buen ver, alto como Gabriel, fornido, nariz aguileña, unos ojos tenaces y escrutadores.

-Lo siento caballero pero esta sección esta cerrada para el público; no debería estar aquí- Le informo en el momento que miro a mi alrededor comprobando que no están ninguno de los trabajadores.

-Si buscas a los trabajadores los he echado para que podamos hablar señorita Mitchell- Me habla el desconocido el cual ahora puedo corroborar por su acento es italiano.

- ¿Qui...quién es usssted? - Pregunto con miedo y posando mi mano en mi abultado vientre.

-Tranquila, no le haré daño a nuestro bambino- Me lo dice mientras se acerca despacio hacia mí.

-Creo que se ha equivocado señor, yo a usted jamás lo he visto y el padre de mi hijo jamás podría ser usted ya que jamás lo he visto.

- ¿Cuánto tienes de gestación, seis meses? – ¿Cómo sabe esa información?

-Esa información no es algo que le concierne señor. Le pido por favor que se marche o tendré que gritar- Le advierto.

-No sé porque no me recuerdas, por hoy te dejaré pensar en nosotros y recapacites. Mi hijo tiene que crecer a mi lado para protegerlo-

-Insisto, se equivo...- Me hace callar con un gesto antes de irse.

- Tornerò per te bella signora e per mio figlio (Volveré por ti bella dama y por mi hijo)-

Me quedo ahí de pie fría como un tempano de hielo por el miedo y no único que hago es llamar a la única persona que puede ayudarme en este momento. Al primer tono me responde.

- ¿Qué ha pasado Julia? - Pregunta preocupado el tío Thomas.

-Uno de los hombres con que se enredó Rose, vino a acosarme, él cree que mi bebe es de suyo. Tengo mucho miedo tío –

-Ya mi niña hablaré con mi amigo, francés para que te ayude. No voy a permitir que ese hombre te toque. ¿Sabes quién es? –

-Gracias, tío. Pero no sé quién es –

-Eso es un problema, no obstante, trataré de que un hombre te siga y te cuide a la distancia. No te preocupes por el italiano mientras crea que la creatura es de él no te hará daño. Lo preocupante es que espera al nacimiento y quiera robarlo. Aunque le sería muy difícil porque yo estaré contigo. Tengo que dejarte hija, cuídate-

Él corta sin despedirse, me quedo un poco más tranquila al saber que mi tío Thomas hablará con su amigo para que me cuiden; tendré que andar con cuidado. Termino de hacer las verificaciones que realizaba antes de ser interrumpida y me voy a mi oficina para irme a lo que hoy es mi hogar.

Al salir a la calle ya hay pocas personas transitando el área, pese a eso me siento observada, le hago señas a un taxi que esta aparcado cerca del museo para que me lleve al metro. Le doy la orden al taxista mirando hacia atrás, corroborando que no me siguen.

La Señora EmersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora