Draco Malfoy Saliendo Con Un ¿Hufflepuff...?

10- Insistente

Narra Draco

-¿Sabes por qué Potter no para de acosarme?-. Pregunté apenas me senté al lado de mi amigo.

-Ehhh...No.- Dijo Theo, intentando parecer seguro. Había decidido que no le diría nada a Draco sobre la charla que tuvo con Potter sobre él.

-¿Seguro? ¿Y que pasó cuando dijiste que Potter te había pedido que hablaran?-. Draco entrecerró un poco los ojos, sospechando que le estaba mintiendo.

-Pues no hemos hablado, entonces no sé que quiere.- Se sentia un poco mal al mentirle a su amigo, pero seguro se olvidaría de eso en unos minutos.

-Bueno, avisame si sabes algo.-Fue lo único que dije ahora, encogiéndome de hombros y terminando de comer mi manzana.

-Y hablando del rey de Roma.- Theo señaló con la cabeza a Potter, quien parecía un poco enojado mientras venía hacia nosotros.

-¡Malfoy! No puedes simplemente irte cuando estamos teniendo una conversación, eso es de mala educación ¿Sabías?-. El de lentes tomó del brazo al rubio para sacarlo a la fuerza del gran comedor, ignorando los murmullos y miradas indiscretas hacia ellos.

-¿¡Que mierda te pasa, Potter!? ¡No puedes hacer eso!-. Siguió gritando Draco muy enojado, intentando resistirse al agarre de Potter, quien solo lo llevaba hasta encontrar un pasillo donde estuvieran ellos solos.

-Por supuesto que puedo si me dejas en medio de una conversación de esa manera. ¡Eso fue muy grosero!-. El de lentes suspiró con fuerza, mirando fijamente a Draco enojado.

-Vete a la mierda ¿Quién te crees que eres?-. Draco intentó soltarse nuevamente, muy molesto. Aquel estúpido ciego no tenía derecho a hacerle eso.

-No, no, yo he tratado de ser muy amable y paciente contigo.- Harry parecía muy frustrado, mirando fijamente al rubio, intentando comprenderlo de alguna forma.- ¿Por qué simplemente no me dejas ser tu amigo?

-No confío en ti.- Para esta momento ni siquiera intentó soltarse de su agarre, ya le habia quedado claro que Potter era mas fuerte.

-¿Y que tengo que hacer para que lo hagas? ¿Que se supone que tengo que decirte para que confíes en mi?-. En ese momento Draco se sorprendió un poco ¿Por qué era tan importante para Potter convertirse en su amigo?

-Nada, solo... Déjame en paz.- El rubio soltó un largo suspiro, bastante cansado de aquello.

-No, es que de verdad que no lo comprendo. Te he demostrado que soy alguien de confiar, incluso te consolé cuando estabas mal, lloraste en mi hombro, te curé la mejilla y sobretodo, mantuve eso en secreto.- Esta vez, la voz del azabache tenía un poco de enojo en ella.

-¡Fue un momento de debilidad! Y tú te aprovechaste de eso.- Recriminó el rubio, frunciéndole el ceño.

-¡Por supuesto que no lo hice! Yo no te obligué a nada.- Potter pasó sus manos por su cara, preguntándose a sí mismo por qué Draco era tan complicado.

-Ahora mismo me estas obligando a hablar contigo.- Draco alzó una ceja, cruzándose de brazos y viéndolo fijamente, aún algo enojado.

-Me caes bien Draco, quiero ser tu amigo, permiteme serlo, ¿si? Si tu me conocieras yo también te caeria bien.- Habló nuevamente Harry, con ese egocentrismo de siempre.

-Lo dudo.-El rubio rodó los ojos con fastidio, solo queriendo salir de ahí lo más pronto posible.

-Pues no te voy a dejar en paz hasta que me aceptes como tu amigo.- Dijo Harry, como si esa fuera su solución.

-¿¡Que!? Estas muy loco Potter.- Draco miró al azabache como si tuviera un tercer ojo en la frente cuando este lo jaló hacia sí mismo, juntando un poco sus cuerpos.

-Oh, no. Solo soy muy insistente en conseguir lo que quiero, y ahora te quiero a ti.- Dijo él antes de soltarlo e irse caminando en dirección contraria a mi.