Draco Malfoy Saliendo Con Un ¿Hufflepuff...?

16- Emociones

Poco a poco fueron separándose del beso en cuanto la falta de oxígeno se hizo presente.

Por unos buenos segundos, solo se miraron a los ojos, sin soltar palabra alguna, aunque Draco fue el primero en reaccionar.

-Yo...-. Trató de empezar a decir, aunque ninguna otra palabra salió de su boca, no tenía nada que decir realmente, no sabía cómo explicar sus sentimientos tan confusos hacia Potter.

-Draco...- Susurró el azabache, aún algo embobado por el beso e intentó volver a unir sus labios aunque no pudo porque el rubio salió corriendo de ahí, lo que lo dejó confundido y pasmado en su lugar.

Mientras tanto, Draco se dirigía a toda velocidad hacia su habitación, no podía creer lo que había pasado, su padre estaría muy decepcionado si supiera lo que había hecho.

¿Besar a un hombre? Eso no era algo que un Malfoy debía hacer. Maldijo en voz baja y se apresuró a entrar a su cama, sin saber por qué se había sentido tan bien incluso si había estado mal.

Soltó un largo suspiro, ¿Cómo se supone que miraría a Harry luego de eso? ¿Cómo se supone que seguiría con su vida normal luego de eso?

Hizo una gran mueca, ahogando un grito en su almohada, muy frustrado. ¿Por qué había tenido que aparecerse Potter en su vida? Desde ese entonces en lo único en lo que Draco puede pensar es en esos ojos verdes, su sonrisa dulce que a veces parece no serlo, lo bien que le queda el uniforme, sus manos, su pelo, su aroma tan...

Rápidamente dejó de pensar en eso cuando se dio cuenta que estaba sonriendo, por lo que se levantó ahora para ir a darse una larga y fría ducha.

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Apenas Draco salió corriendo del baño, hizo una mueca, queriendo ir tras él aunque se dio cuenta de que tal vez no era lo mejor, solo tenía que darle espacio y seguramente Draco lo buscaría luego para repetir el beso.

Si, eso pasaría, pensó muy confiado, seguramente Draco había quedado loquísimo después de ese beso. Sonrió levemente por sus pensamientos y arregló su uniforme antes de salir del baño, yendo a su sala común con un extraño buen humor.

En su camino, soltó unas pequeñas risas contentas, sintiéndose muy bien consigo mismo. Wow, por fin, luego de tanto esfuerzo había podido besar al Malfoy, y Harry sabía muy bien que eso era solo el principio de su relación, porque por nada del mundo el azabache lo dejaría alejarse de él luego de eso.

Apenas llegó a su habitación, empezó a escribir una carta, esforzándose mucho en describir su enamoramiento por Draco, diciéndole lo loco que lo traía y como todos días, a toda hora, lo único que rondaba por la mente de Potter era aquel Slytherin rubio.

Cuando leyó todo y pensó que sonaba muy romántico, le mandó también una bolsa de sus dulces favoritos y rió emocionado, pensando en que seguramente Draco amaría eso.

Se acostó en su cama con un suspiro contento y miró al techo. Era claro que Draco eventualmente iba a caer por su encanto, como todos lo hacían siempre.