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       "El alcohol no es un buen  
 consejero pero sí es buen amigo.          Escucha nuestras penas
   y acompaña nuestras alegrías"
El Fox no es un bar de streptease pero si que está cerca.El gran bullicio de la multitud bailando, bebiendo,cantando,riendo...la escapada que protagonizamos casi un mes antes no se compara en nada a este lugar.

El ambiente y la alegría eran contagiosos e invitaban a hacer travesuras de todo tipo.Nos fuimos directos a la barra cantando una canción de Doja Cat junto al resto de la muchedumbre.A penas podía caminar esquivando a unos y apartando a otros hasta llegar a una zona mucho más calmada.

—Todas las noches es así?

—Noche?Aún es temprano y esto a penas comienza—Marco alzó la voz para que lo escuchara.

Si está así de lleno cuando a penas abren,cómo sería más tarde?

Caipirinha,margaritas,cerveza,ron, tequila,vodka,gin-tonic...Dejé de mirar la colección tras el barman cuando un vaso lleno de un líquido azul chocó con mi mano.

—Lo mejor de lo mejor.Pruébalo!

—Qué demonios es,Miranda?

—Es mi favorita.A veces tomó otros pero tienes que probarlo.

—Eres una pésima influencia— comentó Manú a mi lado.

—Ya lo sé,pero no hay nada como embriagarse para dejar de pensar.
Noah,pon uno para el chico.

—Sabes que eso tiene un presio linda.

Mira se inclinó sobre la barra e impactó su boca contra la del chico y oh,por Dios aquello no era un simple beso.Parecían dos locos hambrientos,como si hubieran caminado por el desierto durante semanas y el otro tuviera la única gota de agua.Casi dos minutos después se separaron.Reliosa pero no santa.

—El resto a la cuenta de Marco— comentó ella con una sonrisa embobada—Venga chicos,sus tragos.

Manú y yo nos miramos y nos inclinamos del vaso.La bebida sabía bien en mi paladar pero al pasar por mi garganta quemaba.El fuerte sabor fue complicado de asimilar.Una cosa es beber vino y cervezas y otra es el verdadero alcohol.

Quemaba pero después de dejar el vaso en la mesa se alivianó.A ciencia cierta no sé cuánto tomé pero el sabor era adictivo.Manú se quedó en la barra y a mí me arrastraron a la pista.No soy buena bailando,de hecho no soy buena para ir de fiesta pero el ritmo de One Direction y el alcohol son una pareja peligrosa.

Comenzé a bailar un poco imitando a Miranda pero en cuanto empezó a mover su cuerpo,en especial sus caderas,como si fuera profesional, me di cuenta de que era caso perdido.Dejé que la música me llenará los oídos y desde ese momento todo fue improvisado.Mi única certeza es que quería ser partícipe de su felicidad y no hechar a perder la noche.

Marco nos trajo dos tragos más pero al ver a Miranda bailar con un chico tomé ambos casi sin respirar.Me sentía acalorada,tanto como para no soportar la ropa pero seguía estando lo suficientemente sobria para no desnudarme en medio de la disco.

Mira regresó a mi lado riendo y ambas bailamos juntas moviendo nuestras caderas como el alcohol ordenara.Hacía ya un rato algunos hombres se acercaron y podía notar como nos observaban pero con Marco a nuestro lado no se acercaban.

Y para serles sincera lo prefería así. Hoy no quería royos,ni peleas,ni situaciones incómodas y mucho menos problemas.Lo único en mi mente era One Direction pero a quién no le sube el ego que lo admiren así?Un poco para provocar me pegué más a mi compañera mientras pasaba mis manos por mi cuerpo como si fueran las de un amante.

La Capital De Los AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora