10. Aprender a ser fuerte

355 23 5
                                    


Narrador (⚠️LEMON⚠️)

Alguna vez recuerdo haber escuchado a alguien decir que el daño que llega a tu vida te lo provocas tú mismo, y aquello en parte es verdad, las personas se la pasan todo el tiempo dejando que aquellos que aman les lastimen sin importarles su propia felicidad. Me he percatado de muchos acontecimientos en los que la gente busca su propia desgracia o se queda en lugares donde les hacen daño; parejas, familias, amigos, trabajos, cosas que incluso nos llegan a lastimar más de lo bien que nos hacen sentir. Tal y como era la situación de Kirishima en aquel momento la cuál a pesar de que su corazón se hubiera roto hace alrededor de unas de horas, se encontraba en aquel momento en su habitación en un codicioso beso junto al chico que se la había roto en pedazos. Sus labios se unían con desesperación mientras Kirishima rodeaba el cuello de Bakugou con sus brazos y este metía una de sus manos dentro de su camisa tocando sus pechos por debajo de su sujetador. Las ganas de llorar de la pelirroja tendrían que esperar por lo menos otro día, porque ahora mismo se encontraba lo suficientemente ocupada devorando la boca del chico que le gustaba y soltando grandes suspiros de satisfacción al sentir como este acariciaba sus pezones y apretaba sus senos como para irse al baño a llorar.

Bakugou se encontraba sentado en la cama de la menor y ella se encontraba sentada sobre él. Sus lenguas chocaban una y otra vez saboreándose, mezclando el sabor de la menta y la cereza con el alcohol consumido durante la noche que Katsuki desconocía que estaba en su sistema. El cenizo se separo de la menor dejándola sonrojada por la intensidad de aquellos besos y dejando un hilo de saliva mientras levantaba la blusa de la más pequeña para meter uno de sus pechos en su boca y jugar con su lengua en su pezón, mordiéndolo de vez en cuando mientras la chica enredaba sus dedos en aquellos cabellos puntiagudos y revueltos.

—Bakugou~

El chico paso su atención al otro pecho mientras una de sus manos se colaba dentro del short de su acompañante, una ligera capa de tela lo distanciaba de su objetivo pero no le impedía pasar sus dedos sobre esta para provocar repetidos espasmos en la pequeña chica cuyas piernas temblaban un poco al sentir como su mejor amigo succionaba su pezón y al mismo tiempo tocaba su intimidad. De verdad ella se odiaba a si misma por permitir que aquello pasara después de que él había dejado en claro que ella no estaba ni cerca de ser la chica de sus sueños. Por su parte Katsuki se sentía glorioso al escuchar lo bien que hacía sentir a la chica en sus piernas. El joven decidió sacar la ropa de la chica, lo primero en salir fue su blusa que dio a parar cerca de su saco de boxeo junto con su sostén color vino con encaje que dio a parar junto a la primera prenda al instante. Bakugou apretó los muslos de la pelirroja con intensidad mientras besaba su cuello y clavícula.

—Kirishima, eres tan deliciosa, mierda.

El chico procedió a sacar las prendas bajas de la teñida dejándolas a un lado de la cama y dejándola a ella en solo ropa interior. Las panties que tenía puestas eran conjunto con el sostén y Katsuki al ser observador no lo dejó pasar. El chico comenzó a bajar besando lentamente sus piernas desde las pantorrillas dejando besos hasta sus muslos deteniéndose en sus ingles. Justo cuando estaba cerca de la feminidad de su acompañante suspiró delicadamente sobre la misma causando que la piel de esta se erizara completamente al sentir aquel calor en tan corta distancia. Esta se removió ligeramente tallando sus pies sobre la cama.

— Mira esto, te pusiste dura — una pequeña risa salió de Bakugou al ver que literalmente las manos de la pelirroja se habían endurecido como rocas mientras su piel de sus senos, abdomen, piernas y demás estaba de gallina.

—Cállate idiota de las explosiones

—Te vas a arrepentir de llamarme así de nuevo, no me voy a detener idiota

🧡 𝑻𝒆𝒆𝒕𝒉 ❤️ [𝐵𝒶𝓀𝓊𝓈𝒽𝒾𝓂𝒶~𝒦𝒾𝓇𝒾𝓈𝒽𝒾𝓂𝒶 𝒻𝑒𝓂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora