Capítulo 8

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☆ Narra Jimin ☆

Mi lobo y yo estamos muy felices de tener a Kookie en nuestro regazo. No ha despertado y si soy honesto no quiero despertarlo, se ve tan tranquilo que me da pesar despertarlo.

— Jimin creo que hay que despertar a Kook porque luego no va a poder dormir en la noche – tiene razón el Señor Min.

— Esta bien – dije para luego mirar a Kookie y tratar de despertarlo — Kookie despierta cariño – dije con dulzura al pequeño ser y comencé a llenarlo de besitos en todo su pequeño rostro, vi como poco a poco abría sus ojitos.

— ¿Mi-minnie?

— Si cachorro soy Minnie, feliz cumpleaños Kookie – dije mientras seguía besando su rostro.

— ¡¡¡Gracias Minnie!!! ¡¡¡Te quiero mucho!!!

— Aww, ¡¡Yo te quiero mucho más mi pequeño !! – dije emocionado — Mira pequeño, ella es mi madre y el es mi hyung que por cierto hace unos pastelitos deliciosos.

— Yo quiero pastelitos Minnie – vi como sus ojitos brillaban de emoción.

— Claro que los tendrás pero primero tienes que comer tu almuerzo – vi su pequeño puchero que hizo, están tierno.

— Esta bien Minnie.

El día había acabado muy rápido a mi parecer, Kookie y el Señor Min debían ir a su casa pero mi lobo y una parte de mi no queremos que se vayan.

— Adiós Kookie duerme bien y cuida de tu papá Gigi.

— Claro Minnie, adiós – dijo mientras movía su pequeña mano en señal de despedida.

— Buenas noches Señor Min.

— Dime hyung, fuera del trabajo no nos tratemos con formalidades, además me siento viejo cada vez que me llaman Señor, joder solo tengo 26 años –dijo mientras hacía un puchero, se parece tanto a Kookie.

— Esta bien Señ, digo hyung.

A la mañana siguiente me levanté temprano como costumbre, me bañe, vesti y bajé a desayunar con mi madre y con mi hyung.

— Buenos días madres, ¿cómo dormiste?

— De maravilla hijo, por cierto ese tal Señor Min se ve que es un buen alfa, ¿verdad Jinnie?

— Por supuesto madre, yo creo que por fin se te hace el sueño de ser abuela.

— Por favor no comiencen con sus cosas, el Señor Min es mi jefe y nada más, solo por esto no los invito a mi boda con Noah.

— ¿Ya no nos habías dicho eso? – dijo burlón mi hyung.

— Como sea, me tengo que ir, adiós – me despedí y comenzó mi caminata al trabajo.

Al llegar a la empresa pude notar a Suran algo nerviosa, no le di tanta importancia y me adentre a la empresa, me dirigí al ascensor y presione el botón de mi piso, cuando las puertas de abrieron me fui a mi lugar, por lo que veo no ha venido el Señor Min.

Comenzaré hacer su agenda de hoy y preparar un café bien cargado para el y para mi, espero que hoy sea un buen día, ¿Que malo puede pasar?












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Jimin, la luna está hermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora