Capitulo 4

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Esa noche casi no logro dormir la propuesta de mile no dejaba de darme vuelta en la cabeza, pensaba que tal vez tiene razón y es sólo un trampolín, pero por otro lado estaba el miedo a fracasar, el no hacerlo tambien ya que soy todo lo contrario a la palabra mujer, he vivido mucho tiempo despreocupada, por las constumbre de niña buena, me explico, no me pinto las uñas cada 8 dias, no me peino, mi ropa como ya les dije es supe holgada y entre mas grande me quede mejor para mi gusto, no me se maquillar, tengo lo necesario Jajajajajajajaja y cuando enfatizó lo necesario es enserio, sensual no soy, de sexi no tengo ni tantico jajajajajajaja, parezco un niño atrapado en cuerpo de niña jajajajajaja suena chistoso pero es como me resumo de alguna manera, aparte no he sido ni pretendo ser el centro de atencion en ningún lado, mi circulo social es tan cerrado que solo somos 3, nos definimos como las superpoderosas y de las tres soy bellota jajajajaja comprenden, pero bueno debia dormir y al dia seguiente temprano lo hable con mi mejor amiga que es la voz de mi conciencia, en muchas situaciones dos mentes piensan mas que una.
A la mañana siguiente me levanté, y como de costumbre puse a hacer cafe, mientras estaba tomaba baño, me organice, y me dirigí a la cocina a servir 2 cafes, para Laura mi mejor amiga y para mi, necesitaba responderme si quería mantener mi economía en un punto medio o si quería aumentar mi presupuesto haciendo algo nuevo; para mí sorpresa su respuesta fue * ¿Que es lo peor que puede pasar? Hacele y si algo hacele mal retrocedes y si sale bien me das empleo, ambas soltamos la carcajada, no respondí a su comentario apartame de reírme. Debía irme las clases iniciarían pronto.

Cómo ya les había contando vivo algo lejos de casi todo, así que debía tomar el metro y tener bastante paciencia hasta llegar a la universidad, al entrar a clase me entero que en este semestre los libros no se iban a permitir de manera virtual, debíamos tenerlos en físico, realmente no sé si era Dios o la vida que me estaba dando señales de que la propuesta de Mile no estaba tan fuera de mi alcance ni tan descabellada para tener un poco más de dinero.
Al terminar las clases debía salir corriendo para el bar ya que tenía el tiempo medido, el metro estaba un poco demorado más de lo normal, me empiezo a estresar ya que odio la impuntualidad y aparte ese día tenía una reunión en el bar con los compañeros y aparentemente parecía que se trataba de algo serio, mientras esperaba lo ví, ahí estaba nuevamente el, aquel chico que sin saber llegaría para desordenadar mi vida, de haberlo sabido jamás le hubiera correspondidó, el juego de miradas que sin querer comenzó, estamos casi que diagonal, el con una mirada coqueta y yo algo retante, era una combinación poco normál, pero si me preguntan fue lo que más me gustó de el, mientras miraba mi reloj para calcular que tan tarde iba a llegar, el se acercó sin previo aviso y lo primero que me dijo fue * ¿ya vas tarde o me equivoco?, Agache la mirada y sonreí mientras le respondí, es muy evidente, a lo que el contesta, siento que podemos ayudarnos, yo lo mire a los ojos y sin pensar dije, ¿que propones?, El me sonríe y dice paguemos un carro en compañía, hace una pausa y retoma, que pena contigo no se para donde vas, sin embargo está ruta no va muy lejos, así que dime ¿Vamos?, Nuevamente miro el reloj y para ser sincera era una buena idea, así que acepte su propuesta, de camino en el carro no hablamos mucho sinceramente, el iba para su casa y le dije que iba a verme con unas amiga que teníamos una "noche de chicas", se que las mentiras son malas, pero sinceramente no pensé volver a verlo, y por temas de afán no intercambiamos teléfonos ni nada parecido, solo me quedé con su nombre, Alex, un nombre corto pero con fuerza, no tan común y era tan lindo como el, lo sé lo sé, sueno súper cursi, que horrible, pero el despertó eso ese día en mi. Llegué al bar tarde como ya se suponía, la señora rut, mi jefe me llamo a su oficina, lugar que no entraba desde que firme contrato, me hizo un llamado de atención verbal, sin importale mis explicaciones, y bueno ella tenía razón.
Me organizo para salir a trabajar y saliendo de los lokes me encuentro con Fernanda, me saluda y me dice *cuando seremos colegas con una gran sonrisa, bajo la cabeza y evitó responder, sentía algo de presión referente al tema, sin embargo nada iba a dañar mi dia que había estado bien por no decir otra cosa, el turno termino en total tranquilidad como ya era construmbre.

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