Capítulo 4

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Saeng se había despertado tarde ese sábado, después de todo lo que había pasado el día anterior le había costado trabajo dormir y ahora no quería levantarse, sentía su cuerpo muy agotado y pesado, aún no asimilaba su nueva situación, su tío quien no dejaba de llamarlo hijo, cosa que no le molestaba, le dijo antes de despedirse que lo esperaba en las oficinas de la constructora para poder mostrarle las instalaciones y que el estuviera al tanto de todo lo que se hacía ahí.

Estaba planeando ir por las tardes cuando terminaran sus clases, para poder conocer la empresa, aunque estaba seguro de que no entendería ni la mitad de lo que ahí pasara.

Después de un buen rato, salió de su habitación y su mamá se veía muy animada.

- Hola mamita ¿como estas?

- ¡Oh hijo!, muy bien, pero por la carita que traes supongo que no dormiste bien.

- Me siento abrumado todavía, salir con los chicos me hará bien, podré divertirme y tal vez me ayude a despejarme un poco.

- Si hijo, esos amigos que tienes son muy divertidos ya verás que eso te ayudará a que asimiles todo, al final no es gran cosa.

- ¡Que no es gran cosa! ¿Mamita, si escuchaste todo verdad? prácticamente ahora somos ricos, tenemos una empresa y además de un tío que por lo que pude notar, nos quiere en su vida y tu dices que no es gran cosa.

- Si hijo sé todo lo que pasó, pero en realidad yo ya esperaba esto, como te dije, creo que todo lo que te dejó tu abuela, es lo que le correspondía a tu padre así que, tarde o temprano llegaría a ti y sé que él estaría feliz de que lo hayas aceptado.

- Eres mala, ¿Porqué nunca me lo habías mencionado? Eso te costará caro.

- Si, supongo que lo merezco, ¿Qué será esta vez?

- Mis comidas favoritas por una semana.

- Te estás portando muy generoso conmigo, solo una semana de tu comida favorita, eso es nuevo.

- Si estoy siendo muy generoso y lo seré más, lo único que he planeado hasta ahora y que tengo muy en claro es comprarte un coche y otro para mi, la verdad es que aunque nunca nos ha hecho falta creo que sería cómodo para nosotros.

- Además de que ahora eres alguien con mucho dinero y no sería muy seguro que siguieras viajando en transporte público. Yo creo que eso está bien.

- Sabes no había pensado en eso, tal vez tengas razón, pero yo no voy a cambiar, espero poder guardar en secreto todo esto, solo se lo diré a Jun y a Kiki y sé que ellos no dirán nada si se los pido y comprar un coche tampoco es tan obvio mucha gente lo hace y comprarte un coche es para darte más libertad y comodidad, siempre que quieres salir debes pagar taxi o esperar que alguien te recoja, ahora podrás moverte como quieras.

Saeng y su mamá, platicaron mucho y disfrutaron su día juntos, por la tarde el preparó su maleta para ir con sus amigos, terminó de arreglarse, tomó sus cosas y se despidió de su mamá, le recordó que llevaba su celular y que si necesitaba algo no dudará en llamarlo.

Cuando llegó a casa de Jun, Kiki ya estaba ahí, ambos se veían muy atractivos.

- Chicos que bien se ven, hasta me siento mal por no verme tan bien como ustedes.

- Claro que no Saeng te ves increíble, nunca te había visto así, tus ojos se ven hermosos, ayudame a que se vean así los míos, pidió Kiki.

- Si ven, aunque yo pienso que tus ojos son hermosos así.

- ¡Ya busquen una habitación!

- No seas envidioso Jun, podríamos hacer un trío.

Kiki y Saeng se acercaron a su amigo y fingieron tratar de besarlo y abrazarlo.

CERO EN CONDUCTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora