Estuve buscando a Adam por unos segundos con la mirada hasta que le vi, venía hacia mí con una gran sonrisa. Yo respiré hondo y él cambió su expresión al verme.
-Hola Ali. -Suspiré, él frunció el ceño. -¿Pasa algo?
-No podemos seguir con las clases. -Contesté, él me miró todavía más confuso.
-¿Es por el dinero? -Negué con la cabeza. -¿Ha pasado algo?
-No pasa nada de verdad. -Me miró de arriba a abajo, y su mirada recayó en mi brazo, lo cogió e inspeccionó la zona roja.
-¿Qué te ha pasado? -Respiré hondo.
-Nada de verdad. -Contesté. -Cuando me pongo nerviosa me aprieto el brazo.
-Alicia... -Comenzó a decir, al notar que mi voz se estaba empezando a romper. -Yo no te quiero presionar a que digas nada, porque eso solo te asustaría e incomodaría más. Solo quiero que sepas que, si hay algo que necesites contar, estoy aquí para escucharte. -Los ojos se me hicieron agua y él chasqueó la lengua. -¿Quieres que no entremos en clase?
-Me matarían. -Contesté como pude.
-Mi tío es el director, le diré que no avise por favor a tus padres. -Asentí. El timbre sonó y él me puso la mano en la espalda, guiándome hacia el despacho del director. -Espérame aquí.
Pasaron unos minutos en los que conseguí tranquilizarme, en esos minutos él estuvo hablando con el director, y cuando salió me rodeó con el brazo.
-Vámonos anda.
(***)
Nos sentamos en un banco en el parque y él se quedó mirando al suelo, supongo que para no incomodarme.
-Mis padres me han pedido que deje de darle clases a quién ellos piensan que es Kristen. -Me miró con una ceja alzada. -Me cabreé y mi padre me encerró en la habitación.
Adam abrió mucho los ojos y yo miré hacia abajo, no había sido consciente hasta ahora de que había empezado a llorar.
-¿Te tratan bien? -Me encogí de hombros. -Eso no puede seguir así Ali, vas a tener que hablar con alguien.
-Con ellos desde luego no. -Él sonrió.
-¿Quieres que hable yo con ellos? -Me secó las lágrimas y yo puse cara de horror.
-Si quieres salir muerto, adelante. -Me dio un pequeño beso en la cabeza.
-Merecería la pena. -Murmuró.
-Me obligan a estudiar medicina. -Contesté.
-Eso no es legal. -Me encogí de hombros.
-Hay tantas cosas que no son legales en este mundo. -Él rodó los ojos. -Pero basicamente quieren que estudie medicina y que no tenga novio hasta que tenga trabajo. Y oh claro, no les vale cualquier persona, tiene que ser alguien de lo que ellos llaman "alto estatus social", médico, ingeniero, arquitecto.
-Apuntan alto tus padres. -Dijo él, tratando de procesar la información.
-Quieren a alguien perfecto. Básicamente cómo ellos no pudieron estudiar eso, quieren que lo estudie yo para así ver su sueño cumplido en mí. -Comenté, con algo de rabia.
-Pero eso no es lo que quieres. -Negué con la cabeza. -Ve a por lo que tú quieras Ali, sé que es difícil, pero lo entenderán.
-No conoces a mis padres. -Dije, con una sonrisa amarga. -No me escuchan, parece que tienen un peluche en vez de una hija.
Le noté suspirar y se levantó, me tendió la mano y al cogerla me levantó a mí también.
-¿A dónde vamos? -Pregunté cuando comenzó a andar.
-A dar una vuelta, no pretenderás quedarte ahí sentada todo el día.
(***)
-¿Segura que no quieres que entre? -Negué con la cabeza.
-Está bien así. -Contesté con una sonrisa.
-Si pasa lo más mínimo, por favor llámame. -Dijo él.
-Claro. -Le dediqué una ligera sonrisa. -No deberías haberte saltado clase. -Añadí. -Estaba bien.
-Eso lo dirás tú. -Dijo él, encogiéndose de hombros. -Que estuvieras bien era mi prioridad, seguro que luego puedes ponerte al día y explicarme. -Dijo guiñándome un ojo.
-Ya veremos. -Contesté, acercándome a él y dándole un beso en la comisura de los labios, él pareció sorprenderse, porque me miró perplejo.
-Espero que te sea amena la tarde. -Dijo él con una sonrisa.
-Yo también lo espero. -Dije girándome, él me cogió el brazo y me giró, para abrazarme y darme un beso en los labios, fue corto, pero dulce. Cuando se separó me quedé mirando fijamente sus ojos
-Me tienes para lo que sea Ali, ya lo sabes.
-Que no me llames Ali. -Dije con el ceño fruncido.
-Te saldrán arrugas si sigues así. -Carcajeó. -Te veo en clase fea. -Dijo revolviéndome el pelo.
-Gilipollas. -Contesté con una gran sonrisa.
Me gustaba, y demasiado.
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El Primer Día Del Resto De Mi Vida
RomanceAlicia la típica chica mala que no dejaría que nadie la corrompiese. Con padres extremadamente estrictos, intenta llevar la vida que toda adolescente desearía. ¿Qué pasará cuando Adam, el chico más guapo del instituto, le pida ayuda con un tema? Des...